Días de chica |
Advertencia, divergencia... ¿cuál será la diferencia?
Caminó a través de las húmedas calles de Nerima como una persona que caminaba a través de las húmedas calles de Nerima. No era lo suficientemente competente como para hacer algo que fuera más dramático que eso. Intentó sacudirse el agua que se colaba por su cuello y falló. Intentó limpiar el barro que se había acumulado en el doblez de su andrajoso impermeable, y falló. Trató de sumar dos y dos y falló, aunque estuvo peligrosamente cerca de acertar. Eso lo asustó. Casi obtuvo cuatro, y, apenas a tiempo, logró redondearlo a tres. Debía estar usando demasiado el cinco. Kenchuro Tojo nunca era demasiado cuidadoso para fracasar. Después de todo, era la clave de su Arte Marcial. Y ahora iba camino al dojo Tendo, donde esperaba encontrar la más humillante y gloriosa derrota de su carrera. No estaba consciente de que, en Nerima, las cosas nunca funcionan de la forma que deben. En cuanto a la estrella de estas crónicas, ya estaba comprometida en una pelea. No hay, por supuesto, nada de raro sobre esto. La razón, sin embargo, era algo peculiar, incluso para ella. --¡Maldición, Mousse! ¡Esto es estúpido! --¡Nunca te perdonaré por lo que le hiciste a Shampoo, Saotome! --¿Qué hice? ¿Es culpa mía que Shampoo no se sienta cómoda en jeans? ¿Es culpa mía que yo quiera usarlos y ella no? --¡Mousse no debe estar celoso de Ranma! ¡Shampoo no se preocupa si Ranma se ve mejor en jeans! --¡EL NO TIENE DERECHO A VERSE MEJOR QUE TI EN NADA! Sólo en el caso de que a alguno de los honorables lectores no se le haya ocurrido, Mousse estaba suscrito a la misma escuela de lógica que Ryoga Hibiki y Tatewaki Kuno. A saber... Shampoo había dicho, indolentemente, que desearía poder usar jeans, cuando Ranma se había dejado caer por un bocadillo y a tomar algunas notas sobre hierbas que Cologne le había dado como parte de su instrucción como Amazona. Ranma preguntó entonces por qué no podía, y Shampoo respondió que nunca se sentía realmente cómoda en pantalones que no fueran ligeros... menos ligeros que sus vestimentas habituales de seda. Ranma había asentido, y Shampoo hecho un chiste acerca de que, después de todo, Ranma se veía mejor en jeans que ella. Mousse, al oír esto, había objetado la idea de que nadie se viera mejor que Shampoo en algo. Ranma, esta vez, intentó quedar fuera de la discusión, pero Shampoo enfrentó a Mousse por interrumpir, y aclaró que Ranma se veía mucho mejor en jeans, y que, de hecho, los jeans hacían ver a Shampoo demasiado ancha de caderas, y que, de cualquier forma, no era asunto de Mousse si Ranma tenía un mejor trasero para los jeans. Esto condujo a la inevitable confrontación, consistente en Mousse tratando de matar a Ranma por verse bien en un par de Levis apretados. Ranma trató rudamente de no ser muerto por Mousse y, además, de conservar sus Levis en una sola pieza (son bastante caros en Japón), mientras Shampoo trataba de detener a un enfurecido Mousse. Ranma no podría imaginarse en su vida la razón por la cual la pelea había llegado hasta el patio de los Tendo. Sólo que sus luchas habitualmente terminaban allí. --¡Ella se ve bien ahora, estúpido Mousse! ¡El trasero de Shampoo no es asunto de Mousse! ¡Shampoo está orgullosa de Ranma en jeans! --Shampoo... ¡No me estás ayudando! --gritó Ranma destemplada, echando su elegancia femenina al viento como tendía a hacer cuando era atacado por homicidas pato-lógicos cadenísticos cegatos. Esta era, por cierto, una escena bastante cercana a la clase de escena habitual con la que Akane solía encontrarse. Pero ella ahora intentaba entender el real sentido de la situación antes de hacer algún reproche. No siempre funcionaba. Después de todo, gritos de "¡Muere Saotome!" y "¡No es lo que parece!" no eran inusuales. De hecho, ya se había empezado a acostumbrar a ellos. Un poco. Contra-gritos de "¡Ranma tiene un mejor trasero!", eran algo menos explicables. --¿Qué está pasando aquí? --demandó Akane. --¡Estúpido Mousse no acepta que Ranma tiene mejor trasero que Shampoo! --¡Eso es mentira! ¡Ningún trasero es mejor que el de Shampoo, y castigaré a este gusano por decir eso! --¡Yo nunca dije eso! ¡Ella lo dijo! ¡Yo no ando alardeando sobre mi trasero! --¡Ranma debería hacerlo! ¡Tiene hermoso trasero en ambas formas! --Shampoo... ¡No me estás ayudando! --¿De qué estás hablando, Shampoo? --preguntó ahora una bastante perturbada Akane. --¡Ranma-chica tiene mejor trasero! ¡Y también Ranma-chico! --¿Acaso no hay límite para tus perversiones, Saotome? --demandó Mousse--. ¡Ahora la tienes convencida que tu trasero masculino también es mejor que el suyo! --¡Shampoo no habla de su trasero comparado con el de Ranma-chico! ¡Habla del trasero de Mousse! --¿¡TE ATREVES A PROCLAMAR QUE TIENES UN MEJOR TRASERO QUE YO?! ¡MUERE, SAOTOME! --SHAMPOO... ¡REALMENTE NO ME ESTAS AYUDANDO! No hace mucho tiempo atrás, Akane habría asumido que todo esto era culpa de Ranma. Ella ahora sabía que no siempre era el caso. Esta era sólo una de esas... cosas. Una de esas cosas que sólo parecían pasarle a Ranma. Aunque discusiones acerca de traseros no eran algo que se le ocurriera como para justificar una pelea. De nuevo, esto era Nerima y éste era Ranma, que atraía las peleas como los choques de autos atraen a los abogados. --Oh... Cuando hayas terminado con Mousse... ¿Podrías ayudarme con mi tarea de Economía Doméstica? Tengo que hacer un bento para la prueba de mañana. --Claro que si... ¡Si puedes evitar que el chico-pato arruine mis jeans! Maldición, ¡son prestados! "Así que esa es la razón por la que tarda tanto", meditó Akane. --Oh, bueno. Regresaré en un segundo. --¡Mentiroso! ¡En realidad me tienes miedo! ¡Por eso estás esquivando mis ataques! --¿Miedo de ti? ¡Eso quisieras! ¡Estos son los jeans de Nabiki, y no quiero tener que pagar por ellos! --¡Que excusa tan lastimosa para un cuaaaaac! Akane de pie en la entrada con un balde ahora vacío. --Shampoo, ¿puedes llevarte a Mousse a casa hasta que se calme? --Shampoo lo hará con gusto. Vamos, pato estúpido. --¡Cuaaac! ¡Cuac, cuac, cu-cuaaac! Mientras los adolescentes amazonas (o, mejor dicho, una amazona y un pato pequinés) se retiraban, Akane preguntó, con curiosidad. --No creo que tenga esperanza de que puedas explicar por qué fue todo eso... --No. No tienes. No puedo. Ni siquiera yo lo sé... Kenchuro Tojo se acercó a la residencia de los Tendo y se enfrentó al cartel que pedía a los retadores del dojo ir a golpear a la puerta trasera. El no iba a retar al dojo como tal --sólo a una persona que vivía en él-- así que Kenchuro decidió anunciar su presencia de otra forma. Primero, preparó un pequeño, pero bastante colorido, despliegue de fuegos artificiales manejado por control remoto. Se cambió a su vestimenta de combate y alzó un megáfono. --¡ATENCION DOJO TENDO! ¡VENGO A DESAFIAR AL TEMIBLE RANMA SAOTOME! ¡EN HONOR A ESTE ENCUENTRO, CANTARE "LA ROSA AMARILLA DE TEXAS" EN LITUANO MIENTRAS BAILO UNA DANZA IRLANDESA! Esto era, por supuesto, la manera más errada de plantear un reto. Sobre todo a las tres de la madrugada. Después de preparar los fuegos artificiales, los que, por alguna razón, se desplegaron formando la imagen de una papa ardiente, Kenchuro inició su actuación. Cantó fuera de tiempo, usando el tono equivocado, y equivocando la letra, además. Lo que llamaba una danza irlandesa era más cercana a la Danza Apache de la Lluvia, y, realmente, no se veía bien en lo que él consideraba su vestimenta de combate. Ranma, que, afortunadamente para esto, estaba en la noche que podía usar pijama, se arrastró hacia una túnica y bajó a ver que diablos pasaba, seguido por el resto de los habitantes de la casa, excepto Genma, que podría dormir aunque el mundo estuviera llegando a su fin, si no estaba siendo atacado directamente, o anunciando la comida. Abrió la puerta y se quedó mirando fijamente a lo que parecía alguien metido en un disfraz de gorila rosado, en medio de una especie de ataque de espasmos. --Esto no está pasando... Es un sueño... Debe serlo... Es demasiado estúpido para no serlo... Se volvió, arrastrándose de vuelta a su esperado y amistoso futón. --¡Ey! ¿Adónde vas? ¡Aún no he terminado mi ritual! --reclamó el gorila rosa. --Como dijo Ranma --murmuró Nabiki--. Me vuelvo a la cama, Señor Sueño Estúpido. Y, además, esa es la melodía de la obertura de Guillermo Tell. --¡Ey! ¡Esperen! ¿No van a responder a mi reto con un despliegue de violencia innecesaria? --No hay por qué... --bostezó Akane-- Los vecinos ya se ocuparán de eso... Sin agregar palabra, Tendos y Saotomes congregados regresaron a dormir. Kenchuro se quedó estático. Normalmente su ritual patentado iniciaba una pelea justo entonces. Cuando los vecinos repentinamente cayeron sobre él con varios utensilios de cocina y otras dolorosas herramientas, comprendió que había funcionado... Parcialmente... --Maldición. Si que tuve un sueño raro anoche --bostezó Ranma en la mesa del desayuno. --Yo también --asintió Nabiki. --Oh... ¿Ustedes también? El mío también fue muy extraño. No tengo con frecuencia sueños tan tontos... Creo. Akane bostezó. --Kasumi, no pudo ser nada tan raro como el que tuve anoche con un gorila rosa... Hubo un ruido de palillos cayendo alrededor cuando todos, menos Genma, se quedaron mirando a Akane. Entonces arreció una tormenta de preguntas. --¿Un gorila rosa bailando? --¿A eso le llamas baile? --¿Una papa ardiendo? --Oh, rayos... No fue un sueño --suspiró Ranma-- Ha llegado un nuevo idiota al pueblo. Nodoka miró fijamente a su hija/hijo. --Ranma. Alguien así está más allá del concepto de idiota. Esa persona debe ser aún más extraña que ese chico Tsubasa o su director. --No creo que recuerdes haber hecho algo que pudiera hacer enojar a un gorila rosa... ¿O sí? --dijo Nabiki, preguntándose que clase de rarezas faltaban por descubrir... o si alguien querría apostar sobre eso. --No recuerdo ningún gorila rosa. Estoy bastante seguro de que no existe ningún estanque del gorila rosa parlante ahogado en Jusenkyo. He visto algunos cosas realmente raras, pero esta es la más rara de todas. --No es tu culpa, Ranma. Sé que no lo es... --decidió Akane-- Algo así de tonto no puede ser culpa de nadie. Gorilas rosas bailando que te retan a las tres de la mañana es demasiado tonto para cualquiera. --No puedo imaginar por qué me perdí eso --murmuró Genma masticando un bocado de nabos en escabeche-- ¿Al menos fue una buena pelea? --No lo enfrenté. Sólo regrese a mi cama. Me pregunto si... Genma se ahogó por un momento, y escupió su nabo. --¿Tú...? ¿Rechazaste un reto? --¿Reto? ¡Las pelotas! ¡Pensé que era un sueño realmente estúpido! --Incluso si fuera un sueño, chico... --Chica --corrigió Nodoka. --¡Lo que sea! ¡Jamás debes rechazar un reto! --¡Gorilas rosas bailando con canciones malas y fuegos artificiales en forma de verduras no son un reto! ¡Sobre todo a las tres de la mañana de un día de clases! ¡Si quieres pelear, entonces acepta tú ese reto! ¡Un panda y un gorila hacen una pareja perfecta! --Pagaría por ver eso --murmuró Akane. --Vendería boletos para eso --agregó Nabiki. --Oh, Dios mío... si Gorila-san regresa y presenta un reto apropiado... en ese caso deberé comprar algunos plátanos --decidió Kasumi. Soun se sentó callado, tan desconcertado por el descubrimiento de que el sueño de la última noche no había sido tal, que se negó a estallar en llanto. Y Nodoka comprendió que la posibilidad de que algún día se adaptara a las rarezas que permeaban la vida de Ranma, se reducía día a día... Esa mañana, en el camino a la escuela, Ranma tuvo uno de esos malos presentimientos. Mientras se deslizaba por el borde del cerco, con Akane siguiéndola de cerca, mantenía un ojo atento por la presencia de gorilas rosados. Por esta razón no alcanzó a advertir a tiempo a Kuno, que preparaba otro tributo al Romance y la Estupidez. --Ranma, ¿qué crees que sea eso? --preguntó Akane apuntando hacia un gran objeto cubierto por un velo. --Podría ser cualquier cosa. Quizá es un gorila escondido. ¿Deberíamos verificarlo? --Um... ¿No? --Buena respuesta. Probablemente es la última idea del loco del director. --¿Qué te hace pensar eso? Ranma apuntó hacia una caja que decía "Hawaii". --¿Intuición femenina? --Que listo. Bueno, vamos a clase. Tatewaki Kuno sonrió, sabiendo que su cordial tributo a la belleza y encanto de sus amores gemelos seguramente ganaría su corazón y las alejaría de las sucias lisonjas del hechicero Saotome. Lisonjas. Le gustaba esa palabra. Tenía un sello majestuoso. No estaba exactamente seguro de qué significaba, pero tenía un sello majestuoso. A la hora del almuerzo, cumpliría su destino. Esta vez, tenía razón. Los Auxiliadores y su carga (Ranma) estaban realizando su habitual intercambio de variedades poco habituales de comida que habían adquirido como hábito de hacer al almuerzo. Incluso los artistas no-marciales estaban realizándolo, intentando traer algo inusual para intercambiar. Es así como Hiroshi presentó algunos costillas asadas, estilo americano, de la tarde anterior (su padre había descubierto las maravillas de la barbacoa) y Daisuke ofreció escabechados, estilo coreano, extra picantes (ya saben, kimchi), Sayuri había preparado limonada genuina y Yuka agitaba un gigantesco termo lleno de crema de pescado caliente. Las simples cajas de bento con arroz, encurtidos, y algunas sobras de pescado, que eran lo tradicional para este grupo, ya eran cosa del pasado. A propósito de arroz, Akane finalmente había dominado esta área en particular. De hecho, había comprado tres cajas extras de él (calidad que ella había dominado, cantidad que aún no dominaba. Cantidad que aún debía aprender a manejar y, accidentalmente, había hecho el doble de lo necesario. Kasumi, en silencio, manejó la cantidad extra y, con Ranma y Genma, nadie notó el exceso). --Arroz amarillo... --dijo Shampoo dudosa. --¡Ey! Es algo que Akane descubrió por accidente, pero esta bastante bueno. Ella sólo agregó un cubo de caldo... --Ranma regresó a su arroz amarillo. --En realidad sólo fue un accidente afortunado... --agregó Akane-- Un par de cubos cayeron al agua, pero le dieron un buen sabor a pollo. Sólo para variar. --No es un mal sabor. Un poco diferente, pero no malo --indicó Ukyo. Tenía el mayor sentido del mundo para ella que Akane hubiera cocinado algo nuevo, diferente y sabroso, sólo por accidente. --¿Qué es esa cosa grande bajo la lona? --preguntó Yuka. --Ranma piensa que tiene que ver con el director, porque las canastas son de Hawaii --respondió Akane. --¿Pero ese idiota no tiene el tobillo roto todavía? Ranma se encogió de hombros. --Pensé eso también, pero... ¿quién más podría tener acceso a todas esas cosas hawaianas? Sólo él y... Akane, ¿notaste que Kuno no apareció esta mañana? Akane se puso un poco azul. --Oh, no... ¿No tendrá nada que ver con ese asunto de las flores, o sí? --Estamos hablando de Tatewaki Kuno, la flatulencia verdosa de la escuela Furinkan --respondió Ranma. --Verdosa... grumf... jeeejeejeeje.... --Akane empezó a redefinir la risa. Después de un segundo, el resto la siguió, excepto Shampoo, que parecía estar ligeramente en blanco. --Shampoo no conoce esas palabras. --Verdoso es una especie de azul-verde, y flatulencia es, bueno, tu sabes, ¿gas? --trató de explicar Ukyo entre risas. --¿Gas? Yuka se ruborizó --Si... tú sabes, gas personal. Shampoo se veía pálida. --Cómo de un montón de frijoles --aclaró servicialmente Daisuke, para ser codeado por Hiroshi. Shampoo hizo una pausa. --Oh, Shampoo entiende. Shampoo pide perdón. El grupo vio como Shampoo caminaba hacia Kuno, que dirigía a varios miembros del club de Kendo en la preparación final de su gran tributo. --Shampoo quiere hacerle una pregunta a chico del palo. Kuno frunció el ceño. --Muchacha de china. Mi nombre no es, como equivocadamente dices, "chico del palo". Pero si deseas los frutos de mi erudición, sólo puedo garantizar que te solazarás con la mejora de tu limitado conocimiento. --No quiero fruta. Quiero respuesta a pregunta. Kuno suspiró. --Muy bien, haz tu pregunta. --Chico del palo se hace llamar "Trueno Azul" a veces, ¿cierto? --Tengo, en ciertos momentos, la intención de haber sido conocido por ese título descriptivo. --¿Eso significa que te llaman Trueno Azul a veces? --Sí --¿Por qué no te pones mejor el "pedo verde"? No suena tan mal. El sonido de los grillos definitivamente era ensordecedor. Kuno estaba tan aturdido con la pregunta que se olvidó de develar su tributo... Kenchuro hizo su camino a los terrenos de la escuela Furinkan, donde había sido informado que muchos artistas marciales experimentados iban a clase. Quizás allí podría encontrar al notable Ranma, así como otros que lo pudieran ayudar en su plan para crear el arte marcial definitiva. Decidiendo que el traje de gorila, su favorito, no había sido utilizado apropiadamente, decidió escoger uno de sus equipos opcionales. Hiroshi se volvió ante una palmada en su hombro para quedarse mirando fija y escépticamente, lo que parecía una persona vistiendo un traje de buzo verde, con un tutú rosa eléctrico. --Discúlpeme... --preguntó la aparición-- ¿Podría guiarme hacia el artista marcial conocido como Ranma Saotome? --¿Ranma? --Sí. Deseo retarlo. Hiroshi agitó su cabeza. --¿Vestido así? --Sí. Al parecer él no tuvo respeto por mi traje de gorila rosa. --No puedo imaginar por qué... Sin embargo, ahora él es una ella... y, por lo menos, durante dos semanas más, creo. Pero podrás encontrarla después de clase, supongo. O a cualquiera de los demás también. --Los demás, sí ¿podría decirme algo acerca de ellos? --Bueno, Akane, es bastante buena... la alumna de Ranma, por lo que oí. También está Ukyo Kuonji, ella es la chica que parece un chico, que no es lo mismo que Ranma, que parece una chica, porque ella es una chica, incluso cuando ella es realmente un chico.... Y esta Shampoo, que se ve como una chica, porque es realmente una chica, y está Tatewaki Kuno, el "pedo verde". El se hacía llamar el Trueno Azul, pero se cambió de nombre. Oh, y Mousse o Ryoga que pueden aparecer en cualquier momento, pero no puedes contar con eso. Kenchuro pestañeó ruidosamente --Ya... veo... Sonaba como un grupo extraño... ¿Podría ser alguno de ellos estar en su camino del fracaso? ¿Podrían ver los otros su gran visión? --Sin embargo, el descanso del almuerzo ya casi termina. Discúlpame. Hiroshi se inclinó cortésmente ante el aparente lunático y lo dejó, pensando... "Ranma tiene que saber sobre este tipo". Kenchuro se sentó, para esperar. Para aquellos que planean fracasar, la paciencia es lo más importante, así como para aquellos que planean tener éxito. Hinako Ninomiya miró fijamente por la ventana hacía una visión que incluso ella encontraba difícil de creer. Y, siendo una persona razonablemente inteligente, decidió preguntarle a la única posible fuente de información que ella sabía que podía explicar una cosa como esa. --Ranma... ¿Podría venir aquí y decirme que es esa cosa que está en el césped? Ranma se acercó a la diminuta maestra en la ventana, atisbó cuidadosamente, pensó por un momento, se asomó de nuevo y replicó. --Me atrapó. ¿Se ve como un buzo, con un tutú, pero no puede ser eso, o sí? Silencio. --Sí, debe ser. Esto es Nerima. Quizá ese tipo sepa sobre el gorila rosa. --De todos modos, debemos empezar la clase ahora... Regresen todos a sus asientos... Ahora, la página 147, por favor. Un traje de buzo en un clima cálido no es cómodo. En las escuelas japonesas, en lugar de cambiar de sala para las diferentes clases, los estudiantes permanecen en la misma sala y el profesor es el que se mueve. En el intertanto hay un periodo de unos diez minutos, durante los cuales los estudiantes conversan, hablan, se preparan para la próxima clase, se arreglan el peinado, juegan, y , en Furinkan, a veces luchan, comen o (en el caso de Ranma), toman una siesta corta. Bueno, no una siesta corta, sólo una siesta. Ranma tiene sus normas. El profesor de historia entró, e hizo una pausa para acomodar las cortinas a su gusto. --Señorita Saotome... ¿Podría decirme que es lo que está en el césped? --No. Tengo. Idea. --Um, Ranma. --dijo Hiroshi--. Yo podría... En realidad, es más que meramente incómodo. Ahora, entre los rituales de la clase, se incluía el hecho de quedarse observando la extraña figura del césped. --Como dije, él estaba preguntando por ti y los demás artistas marciales. --¿Estás seguro que mencionó un traje de gorila, Hiro? Ranma estaba teniendo uno de sus patentados malos presentimientos. --Sip. ¿Así que, tú crees que éste es el chiflado de anoche que mencionaste? --Tiene que ser... Pero, ¿cómo pretende luchar con un traje como ese? Akane miró por la ventana atemorizada. --No lo sé, pero parece ser lo bastante resistente como para estar sentado allí, en ese traje de buzo, con esta calor. No lo tomes demasiado a la ligera, Ranma. --No pienso hacerlo. De hecho, puede ser positivamente infernal. Es como llevar un sauna pegado a tu piel, del que no puedes salir. --Bueno, me alegro que no tengamos PE hoy. A cualquiera que quiera pelear con un traje así, eso debe ser difícil. No es que no pueda enfrentarlo, por supuesto, pero todavía... --Humildad bastante femenina --replicó Akane. --¿Femenina? Soy una marimacho, y estoy orgullosa de eso. Ranma sacudió su cabeza, sonriendo. --Que humildad, quiso decir --fastidió Ukyo. Akane meneó su cabeza. No importaba que el resto hubiera cambiado, el ego de Ranma seguía intacto. Extrañamente, ella no deseaba, realmente, que esa parte cambiara. Bueno, no mucho. --Sin embargo, supongo que será mejor descubrir qué es lo que quiere ese compañero --agregó Ranma. --Ya te lo dije. El quiere una pelea --interpuso Hiroshi. --Si, pero, ¿de qué clase? ¿Alguna rara especie de ballet submarino? No debe ser un luchador normal. Cuando Ranma se acercó a la extraña figura , decidió que cualquier cosa era posible. Mejor era estar preparada para todo. --Así que... ¿Estás retándome? --preguntó a la figura extrañamente vestida. El presunto retador miró vagamente en su dirección. Su máscara estaba nublada y su respiración parecía dificultosa. Tres horas bajo el sol caliente en un traje de neopreno como ese, no era, como se indicó anteriormente, algo precisamente cómodo. Kenchuro estaba medio-cocido al vapor... no de enojo, sino en términos culinarios. --Después que me desmaye por un rato, señorita... Lo cual hizo. Ranma miró fijamente la figura caída por un momento y se encogió de hombros. --Akane, ¿me puedes echar una mano con este tonto para llevarlo a su enfermería? Quiero escuchar su historia... --Insolación. Eso es lo que obtienes con un tanque de oxígeno de 20 kilos en tu espalda y este tutú que agrega una capa extra de calor a un traje de neopreno ajustado al cuerpo. Es un milagro que esté bien. ¿Alguno de ustedes tiene una idea de por qué está vestido así? Ranma asintió con la cabeza. --Sí. Es un chiflado. --Ese veredicto puede ser un poco prematuro, señorita Saotome --replicó la enfermera. --¿Lo apuesta? Cuando Ranma explicó los eventos de la noche anterior a la enfermera, ella empezó a mostrar un pequeño tic nervioso en su ojo. --Bien. Es un chiflado. No es nada nuevo en esta escuela... Ayúdame a sacarle esto, por favor. Mientras Ranma ayudaba a la enfermera a desvestir al inconsciente retador (siendo la única chica allí que estaba completamente a gusto con semejante acción, se quedó sola con la enfermera y el paciente), la rareza de la situación empezó a parecer más rara aún. --¿Un tatuaje que dice "Mi otro pez es un coyote"? ¿Qué se supone que quiere decir eso? --No lo sé, enfermera ¿Qué está viendo ahora? --Su... ropa interior... es... excéntrica. --¿Ah? ¿Cómo qué? --Parece ser la mitad de un pantalón corto cosido a la mitad de un par de bragas, estilo bikini. Azules... con lazos. --¿Bragas con lazos azules? --Los pantalones cortos, en realidad. Las bragas parecen ser hechas de cuero. Ranma se estremeció pensando en la incomodidad inherente a un par de bragas de cuero. --¿Qué es lo raro con este tipo? --Como diagnosticó con precisión, señorita Saotome, es un chiflado. Ah, una cartera... Hay una tarjeta adentro. --¿Qué es lo que dice? --"En caso de emergencia, cómase un pollo vivo y baile la lambada". --Esto va más allá de ser un chiflado. Este es un maniático absoluto. --No soy un chiflado... --dijo el paciente débilmente-- Soy un artista marcial. --Sí, claro. ¿A qué clase de artes marciales se supone que colaboren todas estas idioteces? -- preguntó Ranma con desdén. --Baka-ken. Silencio. Entonces, ¿"Baka-ken"? ¿"Puño del idiota"? ¿Qué clase de arte marcial es esa? Ranma estaba francamente ofendida. --Conceptualización estilística brillante... la más brillante idea en las artes marciales... soy su creador y su único practicante. --Que sea el único practicante lo puedo creer ¿Pero qué se supone que tratas de hacer con trajes de gorila y tutús submarinos? --Estoy intentando convertirme en el artista marcial más grande del mundo. -¿Y como vas a lograrlo con todas estas estupideces? --preguntó la chica en entrenamiento, con genuina curiosidad. --Ayudando a convertirme en el peor artista marcial del mundo. Afuera de la puerta de la clínica, Akane, Ukyo, Shampoo, Hiroshi, Daisuke, Yuka y Sayuri hicieron una mueca general. Lo mismo hizo la enfermera. Y, con respecto a Ranma, simplemente se quedó quieta y dijo lo único que pudo decir. --Eres un chiflado. --Que fenómeno. Por una vez, ese comentario no vino de Ranma, sino de Akane. Mientras se equilibraba desapasionadamente sobre el cerco, meditó en el aparentemente insano Kenchuro Tojo. --Debe tener alguna idea. No puedo imaginarme cuál pueda ser, pero debe tener alguna idea. Algún truco, o plan, o... El no puede realmente haber querido decir lo que dijo... ¿O sí? --refunfuñó Ranma--. Quiero decir, es simplemente estúpido. Más que estúpido. Chiflado. --Has dicho eso más de una vez, Ranma. --Bueno... es que está chiflado. La cosa más chiflada que alguna vez haya oído, incluyendo todo lo que papá alguna vez haya pensado. Es super chiflado. Es ultra chiflado. Es... --No es chiflado. Es simplemente brillante. Una vez más, el presunto chiflado en cuestión había arribado, esta vez vestido en una réplica casi perfecta del traje estilo renacentista del programa de Monty Python. Ranma, que nunca había visto el programa en cuestión, simplemente se encogió de hombros. --Estás demasiado chiflado. Haces parecer sensata a Kodachi, y eso ya es decir mucho. --¡No sé que es lo que quieres insinuar, pero el Baka-ken no es ninguna chifladura! ¡Es un nuevo e innovador camino para el dominio de la mente, el corazón, el cuerpo y el espíritu! --Es un nuevo e innovador camino a la chifladura, querrás decir. Era aparentemente claro que, en este asunto en particular, la mente de Ranma ya tenía una opinión formada. De nuevo, era la opinión de casi todos los artistas marciales de Furinkan, la mayoría de los que no lo eran, y de la señora que vendía emparedados al almuerzo. El traje de Kenchuro era bastante convencedor del punto. --¡Sólo porque no has podido ver la pura magnificiencia de mi camino no lo hace ser chiflado! --protestó Kenchuro-- ¡También se rieron de Fernbeister! --¿Quién? --¡Emilio Fernbeister, el inventor de la linterna a energía solar! Akane hizo una pausa. --Er... ¿Una linterna a energía solar no funcionaría sólo de día? Kenchuro dudó, y replicó. --Correcto, es un mal ejemplo. ¿Y que hay de Mao Khu Leng? Ranma pensó un momento. --Oh, sí. Cologne me habló de él. El peor alquimista en la historia de China. Trató de crear un ejército invencible de caramelos confitados. Murió cuando fue atacado por una horda de campesinos hambrientos en la época de la dinastía Leung. --¿El emperador Norton? --¿Quién? Una pausa. --Olvidalo... ¡Pero no es ninguna chifladura! --Bueno, vayamos a buscar una segunda opinión. Acompáñanos. "Papá tiene que conocer a este tipo..." Pueden decir lo que quieran sobre Genma Saotome, pero hay algo que tiene su mérito. Es un excelente maestro del Arte. Siempre y cuando no esté haciendo algo extremadamente estúpido, claro. --Déjame ver... Así que tu idea es convertirte en el peor artista marcial del mundo, siendo todavía un artista marcial, técnicamente hablando, y tratas de hacerlo usando métodos patéticamente inadecuados, convirtiéndote, de paso, en el mejor artista marcial que el mundo haya conocido. --¡Exacto! ¡Finalmente alguien lo entiende! Genma hizo una pausa. Miró a su amigo Soun y suspiró. --Ranma tiene razón. Eres un chiflado. Soun asintió. --Rayado. Demente. Como para camisa de fuerza. --Yep, tu índice de apuestas ha saltado un punto también --añadió Nabiki alegremente. --¿Deseas un poco más de té, Chiflado-san? --preguntó Kasumi. Incluso ella no había dejado de advertir que Kenchuro estaba a punto de estallar. --¡NO SOY UN CHIFLADO! --protestó el idem-- ¡SOLO NO HE SIDO COMPRENDIDO! --Hemos comprendido perfectamente. Todos hemos comprendido que eres un chiflado --replicó Ranma. --¡Mi camino suena perfectamente filosófico! --Tu camino incluye trajes de gorila, bailes oscuros, y ropa interior hermafrodita --replicó Nabiki-- ¿Qué tiene que ver eso con algo? --¡A través de la estupidez puedo convertirme en un sabio! ¡El camino del éxito a través del fracaso se aplica a todas las áreas de la vida, excepto el hacer emparedados de queso asado a la parrilla! Silencio. Entonces Ranma dijo. --No voy a preguntar. --Pero yo sí --dijo Nabiki--. ¿Qué es eso de emparedados de queso asado a la parrilla? --Me gustan. Nabiki miró desconcertada ante la simple respuesta. --De todas maneras, muchacho --sugirió Genma--, debes pensar de nuevo en tus planes. Incluso si no trabajan, no tiene ningún sentido desafiar a mi hijo... --Hija --corrigió Nodoka. --Lo-que-sea, Nodoka. El punto es, si te estás entrenando para ser el peor artista marcial de la historia, ¿qué probaría el desafiar a Ranma? --Porque se supone que es un muy piojoso artista marcial, así como un travestista. --Travestista tal vez... aunque no sea exacto, pero no puedo entender de donde vino lo otro... ¿De dónde sacaste la idea de que era un mal luchador? --preguntó Nabiki genuinamente confundida, mientras Ranma parpadeaba y empezaba a hervir ante el insulto. --Eso es lo que dijo ese tipo chino. --¿Cuál tipo chino? --gruñó Ranma. --El que viste unas pantimedias desgastadas alrededor de su cuello. En cuando lo vi, supe que estaba en mi mismo camino, pero en un grado más avanzado. --¿Andará cerca de aquí? --Ranma estaba a punto de agarrar sus cueros e ir a matar a cierto chico-toro. --No. Estaba en Hokkaido buscando un barco que lo llevara a la Antártica y lograr que le cambiaran su nombre. No sé por qué querría ir allá, pero... --Le daré su merecido después --gruñó Ranma--. Estúpido Pantimedias Taro. --Siento desilusionarte --agregó Akane--, pero Ranma no es, de ningún modo, un mal luchador. De hecho, ella es, bien, muy bueno. --¿Pero no es un travesti? --No, él es una chica. Quiero decir que ella es una chica... Por el momento. No importa, es un poco difícil de explicar --suspiró Akane. Realmente no quería intentar explicarle a ese chiflado lo de la maldición de Ranma. Kenchuro hizo una pausa, y entonces sonrió con ferocidad. --¡Oh, Jusenkyo! --¿Qué? ¿Sabes de los estanques malditos? --preguntó Soun, sorprendido. --Oh, seguro. Traté de entrenar allí una vez. --Ah, pero el guía intentó explicarte antes sobre las maldiciones, y escapaste de su horror --dijo Genma, juiciosamente. --No realmente. Esperaba coger una maldición, pero las amazonas no me dejaron entrar a su territorio. Algo acerca de ser un chu-loofa, o algo así. --Un... qué --preguntó Genma. --Chu-loofa. Otra cosa que aprendí de Cologne en sus lecciones --dijo Ranma agriamente--. No es realmente chino, sino un término de jerga en el dialecto de Jokusetzu. --Ah... ¿Y qué significa, Ranma? --Chiflado. --¿Podrías dejar de llamarme chiflado, por favor? --rogó Kenchuro, afligido. --No hay problema, chu-loofa --respondió Ranma sonriendo con afectación. --Arg. --Ranma, no molestes al chiflado --regañó Akane. --¿Eso es una mejora? --gimoteó Kenchuro. --Sin embargo, puedo ver lo que quieres decir, papá. No hay manera de decir que éste sea un reto válido --dijo Ranma confiadamente. --Estoy forzado a estar de acuerdo, Ranma. Kenchuro-san, lo siendo, pero por causa del auto-respeto de la Escuela Saotome de Artes Marciales de Estilo Libre, mi hi... ah, descendiente, no puede aceptar tu, eh, reto. Es obvio que luchar contra ti sería un abuso vergonzoso del Arte. --Pero... Pero... ¿Qué hay de mi brillante derrota? ¿Dónde queda mi humillante fracaso? ¿Cómo podré perfeccionar mi estilo? Nabiki sonrió --En realidad, por sólo diez mil yen, puedo decirte como convertir esto en tu mayor derrota... Y fue así como Kenchuro reanudó su camino de la mediocridad, con un corazón alegre, seguro en el conocimiento de que era tan patético, que su reto había sido rechazado por una persona que se sabía que nunca se negaba a un desafío, en el convencimiento de que él era un chiflado. De hecho, había sido eficazmente derrotado sin siquiera ser tocado. Y, aún mejor, había sido derrotado por una chica. La mañana siguiente, Ranma y Akane llegaron a la escuela para encontrarse a un enfurecido Kuno, gritándole a sus compañeros del Club de Kendo. --¡No había necesidad de cambiar los estandartes del salón de prácticas! ¿Y, de partida, cómo pueden creer semejante calumnia? --Pero todos dicen... --Que puede importarle a mi, Tatewaki Kuno, el Trueno Azul.. y es el Trueno Azul, maldición... lo que la chusma clame en su ignorancia? --Pero... --musitó uno de los miembros del club-- el Pedo Azul te viene como anillo al dedo... Un enfurecido Kuno empezó a perseguir al kendoista ofensor, olvidando, una vez más, quitar el velo que cubría su tributo...
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