Por alguna razón, todos olvidan a la más poderosa de todas.

La ironía.

Por ejemplo, es bastante irónico que la mayor amenaza contra la estabilidad y seguridad de la Tierra no fuera una fuerza demoníaca extradimensional, estilo reina Beryl, o una flota invasora de otra galaxia como los Gamilons, o un monstruo gigantesco como Godzilla, sino sólo cierto idiota llamado Fred Yerfburger.

Es también irónico que la principal defensa contra dicho imbécil no fuera un equipo heroico de guerreras mágicas, o una tripulación de jóvenes intrépidos en una nave espacial, o simplemente un brillante científico, sino un grupo de artistas marciales, de por sí inusuales, que en este momento incluso se sentían más inusuales de lo normal. Porque, de hecho, no lo eran.

Quizá no es ninguna ironía. Quizá es sólo que a Kami-sama le gustan los buenos chistes tanto como la próxima encarnación de un principio cósmico.

Cualquier cosa que fuera, estaba a punto de ponerse en marcha.
 

En situaciones como ésta surgen los líderes. En verdad, no visten normalmente con un peto y una minifalda, pero surgen. Y, como había sido antes, Ranma Saotome era de algún modo el líder.

En realidad, Kuno pensó que él era el líder, pero todos los demás pensaban otra cosa. Además, parecía ser que ese Ranma era probablemente lo más cercano a un ser normal.

Normal era, en ese momento, un término bastante relativo. Ranma normalmente es un tipo bastante irreflexivo, pero ahora estaba exhibiendo una terquedad y un temple atípicos. Probablemente es su fuerte sentido de identidad personal, que no había sido subyugado en su totalidad por el papel de Priss Asagiri.

Comparada a la extraordinariamente calmada Akane, el deslenguado Kuno, la elegante y grave Shampoo, los beligerantes Ukyo y Konatsu, el elegante Gosunkugi, la extrañamente femenina Mousse, los repentinos artistas marciales Daisuke y Hiroshi, el par claramente peligroso de Yuka y Sayuri, y la perfectamente normal pero atada y amordazada Kodachi, no había mucho que dejar en el área de las opciones.

--El problema que tenemos --continuó la chica en entrenamiento convertida en estrella de rock y luchadora blindada--, es que él está construyendo una especie de ciudadela, según las lecturas de Sailor Mer... ah, Akane. Cologne y mamá están de acuerdo. Vamos a tener una dura jornada, porque cualquiera que pueda hacer algo así debe ser poderoso, y nosotros no tenemos un ejército o algo así...

--En realidad, lo tenemos --interrumpió Luna-P.

--¿Qué? ¿Por qué dices eso?

Luna-P simplemente estiró una pata. Y Ranma se dio cuenta de que en frente de ella tenía un equipo completo de héroes sentai, vaqueros (completos con pistolas de seis tiros y caballos), samurais, chicas mágicas, pilotos de mecha (incluyendo el respectivo mecha), superhéroes, recientemente descubiertos artistas marciales de videojuegos, e incluso el sangriento Par Sucio.

--Um... No creo que sea justo pedirles que arriesguen sus vidas en esto...

--¡Intenta detenernos! --gritó un vaquero--. ¡Yo y mis compañeros le vamos a mostrar a ese forastero las cosas que sabemos hacer por estos lados, y todos podemos sacarle las alas a una mosca a cincuenta pasos!

--¡Digo lo mismo! ¡Tengo comezón por usar estos poderes de esper!

--¡Sí! ¡Nuestro honor nos exige ir al combate! --gritaron unos cuantos samurai y personajes de videojuegos.

--¡Tengo una mospeada, y no temo usarla!

--¡Voy a matarlo!

Todas las cabezas se volvieron hacia la última voz. Nabiki, la nueva definición del término "conejita", se plantó en sus altos talones y gruñó, arrugando su ahora adorable nariz rosa.

--¡Yo también voy! Y no trates de dejarme fuera, Saotome...

Es necesario que el autor inserte aquí una explicación. La mayoría de las personas piensa en los conejos como bonitas criaturas pacíficas... a menos que hayan leído "Watership down".

Los conejos domésticos pueden ser así, pero los conejos salvajes pueden llegar a ser bastante belicosos, luchar cruelmente, y hasta ser inesperadamente pendencieros para el lugar que ocupan en la cadena alimenticia.

Y Nabiki, que normalmente se habría quedado atrás y dicho que ese no era su problema, estaba completamente inmersa en su papel de conejo salvaje frenético.

--Nabiki --dijo Ranma razonablemente--. Tú no puedes luchar, no realmente. No has entrenado en años. Ni siquiera tienes un arma.

--¡Perfecto! ¿Alguno de ustedes tiene un arma de repuesto?

Mousse se puso de pie.

--No hay problema.

Y, para la sorpresa de todos (no todos, pero sí de la mayoría), indolentemente sacó de su chaqueta un cargador y una pistola. Esto fue seguido por una cinta de munición extra, un rifle de asalto similar al que llevaba, tres granadas y un cuchillo de combate.

--Diviértete.

--Todavía es el maestro... o maestra... de las armas ocultas, supongo... --murmuró Ranma mientras Nabiki cambiaba, de conejita adorable, a conejita armada y letal.

Alguien puso "chicas armadas" en la máquina de karaoke y fue disciplinado inmediatamente después.

--Correcto. Es tu cola.

--Maldición... ¡Y yo que quería librarme de eso!

--Ese cuchillo se ve afilado... --otro disciplinamiento.

Ranma entornó sus ojos.

--Bien, bien. Ahora... debemos deducir como vamos a enfrentar esto, dado que tenemos más combatientes de los que creía...
 

Bueno, hay muchas formas de pelar un planeta. La simple creación de cantidades masivas de pequeños golems para implantar su orden y sembrar el terror contra el sin duda alguna desorientado populacho era algo que podría hacer. Lo haría, en cuanto pudiera dominar las cantidades masivas de energía mágica que necesitaba.

Y podría además crear algunos monstruos gigantes para agregar un poco de diversión, e iniciar su campaña contra, oh, China o Rusia. Eso sería fácil.

Jkkdps, el familiar demonio de Fred, sacudió su cabeza. Se había involucrado con un perdedor, lo sabía. La historia de su no-exactamente vida.

Donde otros demonios eran apropiadamente horrorosos (como en el caso de los Señores del Infierno) o seductores (como el caso de los sucubos y los incubos), o extrañamente perturbadores por razones que nadie podía precisar (como el caso de Bill Gates) ella era... era...

Linda.

Oh, para su vergüenza. Donde otros poseían alas como murciélagos o dragones que se alzaban amenazantes, ella poseía algo que se asemejaba vagamente a un murciélago, pero se evocaba más la imagen de una mariposa. Aunque un sucubo podría ser propiamente voluptuoso y vestirse con diáfanas sedas o cuero provocador, lo mejor que ella pudo hacer era tener un aspecto como la chica del lado y un traje no muy distinto al de una chica mágica. Su aspecto general no era más perturbador que el de una bonita foto de un cachorrito o un gatito o un trozo muy fresco de pastel de fresa.

Tjbndf no era un demonio feliz. Y encima de todo, estaba involucrada con el único hechicero que conocía al que no le gustaba la cerveza. Y, hermano, ella si que sabía como usar una cerveza.

--Amo --dijo Ktjhsf dudosa--, ¿cuáles son sus planes ahora?

--Bueno, lo usual. Una masa de horrores sin nombre para aterrorizar a la chusma, y unos pocos monstruos gigantes. Puedo hacer, si quiero. Si no lo supiera mejor, pensaría que mis vecinos están detrás de esto.

--Oh, estoy segura de que no lo están, amo...

"Estoy segura que es sólo su propia incompetencia".

--De todos modos, no serán mucho problema... ¿qué podría salir mal?

Afuera se escuchó el ominoso sonido de un trueno (tm).
 

Y estamos hablando de fuerzas seriamente unidas.

Un problema habrían sido las comunicaciones, pero Luna-P lo había resuelto.

Flip. Trinkle. Tumb.

Flip. Trinkle. Tumb.

Flip. Trinkle. Tumb.

--Oye, ¿cuántos de estos comunicadores tienes? --preguntó Ranma, honestamente impresionada.

--No lo sé, pero necesitaremos tantos como podamos conseguir --jadeó una cansada Luna-P--. Tengo también unos cuantos computadores extra, aproximadamente cien ramas de henshin que probablemente no funcionaran puesto que nadie ha renacido desde el Milenio de Plata, tres seifuku de respuesto, una copia del juego de rol y el libro de pistas de Sailor Moon, casi una tonelada de rosas de varios colores, y un sandwich de queso. No sé por qué esta eso ahí.

--Sólo desearía que no se vieran tan femeninas --se quejó Kuno.

--¡Ey!, estas cosas se diseñaron en primer lugar para chicas mágicas. ¿Acaso esperabas esmalte negro y cromo? El rosa y los adornos van con el paquete, chico del látigo.

Flip. Trinkle. Tumb.

--¿Y eso para que fue?

--Me dio hambre --replicó Luna-P, empezando a comer su sandwich de queso.
 

Fred vaciló ante su cristal.

--Allí va su gran monstruo gigante disciplinado por tres robots gigantes. Un Gundam, una Valkiria VF-17 y lo que parece una Mazinger femenina, si no me equivoco, oh gran y poderoso maestro --dijo Ggkqql con sequedad.

--¿No estarás siendo un poco sarcástica?

--Yo no podría ni soñar con eso, pavoroso señor.

--Oh, está bien --Fred frunció el ceño--. Hum... se ve como si mis favoritos no lo están haciendo muy bien. No sabía que hubiera vaqueros en Japón.

--Es una nación muy avanzada, oh poderoso señor --replicó Hghhlk.

--¿Y qué son esos?

--Samurais, si no me equivoco. Bueno, samurais, la mitad de un equipo de sentai, y alguien en armadura sobre una motocicleta. Pero sus fuerzas los detendrán, más o menos. Ciertamente tendrá tiempo para terminar de tomar el control sobre Japón.

--Bien. Y después el mundo.

Ptyllk pestañeó.

--El... el mundo.

--Sip. Vamos a dominar el mundo.

--Pero la Ley Cósmica prohibe...

--Vamos a romper esa ley --sonrió Fred.

Ctlmrt se estremeció. Tomar el control de una nación era posible... de hecho era bastante simple. Pero el mundo...

No era para maravillarse que las cosas estuvieran saliendo mal.

Ella no estaba involucrada con un perdedor después de todo. Estaba involucrada con un idiota. Y ahora no podía despegarse de él.

--Oh, bonito vestido, por cierto. Los lazos rosas y la cinta amarilla se ven bonitas juntas --añadió Fred.

Y un idiota insensible además. ¿Por qué a ella?
 

No importa. Haría lo mejor que pudiera.

Sonriendo, flexionó sus puños y liberó sus garras.

Y en un tono especialmente feroz, murmuró.

--¡Oh, Dios mío!

Porque lo que ella estaba haciendo era...
 

Llshyq vaciló

--Parece... parece que estuvieran aceptando una taza de té de un mutante...
 

--¿Otra taza de té, Secuaz-san?

El Secuaz sin Rostro asintió. Así como algunos otros.

--Me alegra que les guste. Es mi propia receta ¿saben? Chicos, no parecen tan malos para ser un grupo de Secuaces sin Rostro... No quiero ofenderlos, pero no me parece que sea una forma buena de vivir sus vidas.

Un chillido.

--¿En verdad? No habría adivinado que realmente no están vivos. De todos modos me alegra que aceptaran mi invitación... no me hubiera gustado tener que golpearlos, pero ya saben como son estas cosas.

Movimientos de aprobación. Y un grupo de feroces Secuaces sin Rostro regresando a sus galletas de té. Uno palmoteado en su cabeza por otro por olvidar usar su servilleta.
 

El Grupo de Inflitración Uno eran Kuno y Gosunkugi, escogidos porque, si existían dos tipos reconocidos por introducirse en lugares donde no eran bienvenidos, esos eran Indiana Jones y James Bond.

--Equipo uno listo --pronunció Gosunkugi con lentitud en su ahora culto tono de voz--. Todo lo que tenemos que hacer es entrar... nos contactaremos de nuevo tan pronto como tengamos un plan.

--Deberíamos haber imaginado que su base estaría aquí --suspiró Kuno.

--Debo estar de acuerdo contigo, colega --asintió Gosunkugi.

Había cambiado, como la mayoría de Nerima. Más alta, más puntiaguda, gótica como el infierno (y en sentido casi literal), se veía como un cruce entre un castillo de Drácula de los estudios Universal y algo salido de la Ciudad del Demonio Shinjuku, con una pequeña dosis de Vampire Hunter D para sazonar.

Pero aún era reconocible como la Escuela Furinkan.

--El problema que tenemos, profesor Kuno, es cómo haremos exactamente para entrar por arriba. Hum... permítame ver que tengo aquí.

La paciencia de Kuno se estaba acabando. Sus puños empezaron a apretarse en frustración, sus cejas subían y bajaban. Ociosamente toco su látigo con una mano y la espada de madera con la otra.

--Sigo diciendo que deberíamos simplemente irrumpir por la puerta principal.

--Eso es lo que hará el equipo de asalto, colega. Se supone que nosotros debemos tomar la ruta alta. Ahora, ¿cómo podremos llegar ahí...?

Kuno se agachó para quejarse. Debió haber vigilado su codo.

Clic

--¡¡¡Uaaaahahahahaahhieeeeee!!!

Gosunkugi se quedó mirando al ahora volante Kuno, que había accidentalmente activado el asiento eyector.

--No sé cómo lo habrá hecho, pero parece que funciona...

La opinión de Kuno era diferente. Después de unos cuantos obligatorios pensamientos de "Voy a morir voy a morir voy a morir", los instintos de Jones tomaron el control. Casi sin pensar su látigo se anticipó a su vuelo y se enlazó con una de las espirales arcanas que había surgido fuera de la torre. Con facilidad giró encima de la torreta... y se dio de cara contra ella.

Después de un silencioso "Ite", encontró una cuerda en la torre y la lanzó hacia el agente secreto de allá abajo. Ayudó a subir al agente, se desempolvó, y golpeó a Gosunkugi con su espada, gruñendo:

--¿Por qué no me dijiste que tenías una de esas cosas?

--¡Ouch! ¡Deja eso! ¡Nunca lo preguntaste! ¡Además, ahora tenemos una misión!

Kuno miró ceñudo, pero asintió. Los dos infiltrados prosiguieron hacia los vestíbulos del enemigo.
 

--Rastreando puertas. Hum... alguna clase de campo de energía, pero mis sensores no pueden identificarlo. Rayos. ¿Por que nadie asistió vestido como Nene? Podríamos haber usado su interpretación...

--No habría funcionado, Ranma. Mi visor muestra que esto es realmente de naturaleza mágica, y probablemente estás recogiendo sólo los efectos residuales atmosféricos, que resultan en un bajo nivel de carga de electricidad estática.

Los otros tres se quedaron mirando a Akane y dijeron en coro.

--¿Uh?

--Olviden eso... ¿dónde fue Luna-P?

--No la he visto desde que pasamos frente a Ucchan... --señaló Nabiki.

Akane empezó a verse angustiada.

--Espero que este bien. No está acostumbrado a ser un gato o a pensar...

--Estoy de acuerdo con ambas cosas --la consoló Ranma, feliz porque su pseudo-senshi no viera su sonrisa salvaje bajo su casco.

Mousse repentinamente se tensó, se giró... y se congeló.

--No puedo creer esto.

Allí estaba Luna-P, corriendo calle abajo, perseguida por un gran grupo de chicas vestidas con el uniforme de marinero de la ficticia escuela Juuban. De hecho, había también unos pocos chicos con el uniforme de la misma serie, de aspecto ligeramente desconcertado, y luciendo nuevos y excéntricos peinados.

--Okey, señor Miau ¿qué está pasando y adónde vas? --demandó Ranma.

--¡Esto fue raro! ¡Estaba cerca de la mansión de Kuno cuando vi a esta chica que me miraba confundida y supe que uno de esos lápices era para ella! Así que salté de la moto de Ranma y... ¡no pude detenerme!

--¡Y siguió ocurriendo! Una vez, y otra y otra más... ¡no podía avanzar más de tres pasos sin soltar otro! ¡Deben haber como una docena de tipos que probablemente querrían un cetro estelar! ¡Ni siquiera sabía que tenía estos auriculares! También habían otros treinta y tres tipos a los que les di rosas, pero todos ellos dijeron que estarían presentes cuando fuera el momento. Creo que mencionaron una cosa de Kamen.

Ranma miró hacía el grupo de colegialas (reconoció a la señorita Hinako, con su pelo peinado estilo conejo, y se estremeció), y escolares, y agitó su cabeza.

--Está bien, ahora estás bajo el mando de Mercurio. En cuanto deduzcamos cómo entrar.

--Está resuelto --dijo Akane--. Se requiere una aplicación precisa de energía mágica y fuerza cinética sincronizadas.

--¿Y cómo haremos eso? --preguntó Mousse.

--Es simple, en realidad --replicó Akane.

Entonces juntó sus manos, inició una especie de baile en círculos, mientras se juntaba agua desde ninguna parte para formar...

--No, no puede ser --gimió Ranma.

Pero lo era.

--¡Mazo de hielo de Mercurio!

Y como fuera anunciado, un enorme martillo formado de agua congelada dio de lleno en las puerta principal de la escuela Furinkan, reduciéndola a polvo.

--¿"Mazo de hielo de Mercurio"? --dijo Nabiki, incrédula.

--Fue efectivo --replicó Akane.

--¿"Mazo" de hielo de Mercurio? --añadió Mousse, choqueado.

--Miren, era muy simple, y una respuesta adecuada a la pregunta de cómo entrar...

--¿¿¿Mazo de hielo de Mercurio??? --demandó Ranma.

--Si quieres, ¡puedo mostrártelo de nuevo! --dijo Akane con un poco de su antigua aspereza--. Funcionó. Así que vamos adentro.

--Después que pasemos delante de ellos --notó Nabiki. "Ellos" eran una oleada de Secuaces sin Rostro.

Un montón de Secuaces sin Rostro.

Aproximadamente quinientos de ellos. Fred podría no haberlo planeado originalmente, pero no había fallas en su habilidad de conjurar Secuaces sin Rostro. Rita y Zodd se habrían muerto de envidia.

Antes que Ranma pudiera notar que, incluso con todo el poder de fuego que tenía, simplemente había demasiados de ellos, fue interrumpida por un canto simultáneo de...

--Sol / Tierra / Gaia / Io / Calisto / Cualquier Luna Conocida / Estrella De La Mañana / Devorador de Soles / Arturo / Sirio / Ludicrous / Ceres / Atena / Hephasteus / Pequeño e Inofensivo Asteroide Sin Siquiera Un Nombre Sino Sólo Un Número Pero Que Es Técnicamente Un Cuerpo Celeste Así Que Debe Tener Un Senshi / Poder...

Y mientras el equipo se cubría sus oídos (excepto Ranma, que apagó el sonido del audio de su casco), para sobrevivir el estruendoso grito de...

--¡Maquillarse!

Era un aspecto positivo que allí sólo hubieran --técnicamente hablando-- sólo chicas, porque el espectáculo de algunos cientos de sailors semi-desnudas habría conducido a cualquier hombre a un estado de shock y a una hemorragia nasal masiva.

Esperen, había un hombre allí.

Akane llevó a la aturdida Luna-P dentro y se preguntó de donde había surgido esa hemorragia y el desmayo.

Mientras tanto, una manada de Sailors (y cerca de una docena de clones de Starlights), se dedicaban alegremente a aplastar a golpes a los Secuaces sin Rostro.
 

--Um... se ve como si la guardia del castillo estuviera siendo atacada por cientos de chicas.

--No importa. Nadie podrá realmente llegar adentro.
 

Pero habían algunas complicaciones. Bueno, realmente eran una cantidad impresionante de trampas mortales.

Mecanismos de resorte elegantes, alambres hábilmente disimulados, complejos enigmas que requerían dominio del sánscrito (escrito y hablado), y el ocasional agujero sin fondo, se doblegaron ante las habilidades de Indiana Kuno.

--Es demasiado fácil --dijo el mencionado kendoísta/arqueólogo--. Es como tronar los dedos.

--Sospecho que tu definición de "tronar los dedos" no es compartida por el resto de la raza humana --dijo Gosunkugi sudando.

--Mira, se supone que este payaso es una especie de sabio malvado, ¿cierto? Hubiera pensado que al menos una de las trampas sería un desafío verdadero para el Trueno Azul.

Gosunkugi hizo una pausa.

--Um... Sé que voy a odiar decir esto pero, ¿no es una tradición en las películas de Indiana Jones de que al menos una de las trampas funcionará y será una amenaza de muerte inminente?

En ese momento, distraído por la pregunta de Gosunkugi, Kuno tropezó con un gatillo de piedra casi invisible.

¡Clang! resonó mientras los rastrillos de hierro los atrapaban en el corredor.

¡Grin! Resonó cuando los muros empezaron a cerrarse.

¡Ouch! Resonó el ni-tan-agente-secreto cuando Kuno empezó a golpearlo diciendo:

--¿Tenías que decir eso?
 

Los Secuaces sin Rostro estaban haciendo una buena imitación de un césped crecido. Es decir, era hora de darles un corte.

Un par de espectadores observaban con todo el corazón puesto es sus ojos, dos chicas que no habían cambiado en nada especialmente peligroso. No, ellas eran conejitas perfectamente ordinarias del puente estilo Macross.

--El es tan... golpeador.

--Sí... nunca antes había visto alguien tan romántico y ágil...

--¡Que hombre!

Hubo una pausa.

--Tú sabes, técnicamente es un panda.

--No tengo prejuicios.
 

--¡Todos vamos a morir!

--¡Maldición!

--¿No puedes pensar en alguna forma de detener esto?

--Bueno, ¡si tuviera un centímetro cúbico de explosivo plástico podría! ¿Pero donde diablos conseguiría eso?

--¿Por qué no dijiste eso antes?

Con eso, Gosunkugi se quitó sus muñequeras, las rompió y empezó a juntar y amasar las masas de ambas.
 

Con Yuka y Sayuri haciendo explotar cosas en el patio de la escuela, Daisuke y Hiroshi lanzando Hadokens como si estuvieran fuera de estilo, y Shampoo destrozando todo lo que quedaba con un enjambre de diminutos bonbori, la distracción era, como ocurre tan a menudo en estas crónicas, un término inadecuado.

Sin dejar de mencionar que también pululaban alrededor de cien Sailor Senshi, una docena de Starlights, un paquete de vaqueros aulladores, una media docena de neo-amazonas, tres corredores de Mospeada, un esper, y varios samurais, héroes de sentai, y una mezcla de ítemes de difícil detalle enfrentando a una masa de Secuaces sin Rostro. De cuando en cuando, una rosa volaba desde ninguna parte.

Todas estas personas se estaban divirtiendo como nunca. De hecho, en el pueblo de Nerima, casi todos se estaban divirtiendo como nunca. Las únicas excepciones eran cierto hechicero y su sirviente demoniaca.
 

--¿Qué es esto? ¡Se supone que Nerima es un pináculo de vida pacífica y gente apacible!

--Oh, gran y terrible amo --pregunto dubitativo Zmsrrt--. ¿Cómo has obtenido esa información?

Fred levantó un libro.

--Es una guía turística de Japón. La compré en Amazon.com, como mis otros libros. Por eso fue que escogí este lugar en lugar de ese pueblo de amazonas que había planeado primero. ¿Lo ves? "Nerima... un pináculo de..." --Fred dio vuelta la página--"...vida pacífica y gente apacible." ¡Aquí dice exactamente eso!

Wppftfhr miró el texto y se frunció el ceño.

--Um. Terrorífico y poderoso señor, parece que hay dos páginas pegadas.

Fred parpadeó.

--Humm... tienes razón. Veamos... Oh, maldición.

--¿Qué dice ahora?

En una voz insegura, Fred leyó en voz alta:

--"Nerima... un pináculo de locura y caos sólo rivalizada por... bueno, en realidad, no conocemos de ningún lugar con el que pueda rivalizar. Posee la concentración per cápita más alta de superpoderosos artistas marciales en la Tierra. Posee la concentración per cápita más alta de artistas marciales promedio, pero insanos, en la Tierra. Posee la concentración per cápita más alta de artistas marciales que practiquen artes marciales que ninguna otra persona cuerda siquiera pensaría aprender.

--"Conocida por numerosos incidentes que envuelven artículos mágicos perdidos por mucho tiempo (véase: dojo Tendo, Nekohanten), príncipes mágicos en busca de novias (véase: dojo Tendo), inesperados daños a la propiedad (véase: dojo Tendo, Escuela Furinkan), complicaciones matrimoniales inusuales (véase: dojo Tendo, Escuela Furinkan), eventos paranormales que desafían toda creencia (véase: dojo Tendo), artistas marciales de poderes ridículos (véase: dojo Tendo, Nekohanten, Escuela Furinkan, Chicago), y casi seguro fracaso para cualquier hechicero que sea lo suficientemente estúpido para intentar usar esta área como punto de partida en su intento de conquistar el mundo (véase: diablos, ya sabes donde)..."

Fred hizo una pausa y asumió una expresión pensativa.

--Sabes, estoy empezando a cree que es posible que elegir este sitio pudo haber sido un error.

--¡Ya no aguanto más! ¡Es todo! ¡Me largo de aquí! ¡Mi contrato no contempla estupidez o demencia! Ignorar la Ley Cósmica es una cosa, pero esto... Freddy, chico... ¡Arréglatelas como puedas!

Con esto, la linda demonio simplemente hizo puf. De ninguna forma iba a soportar nada más en las manos de este retrasado mental. Lo peor que le podía pasar era ser condenada a los infiernos por unos pocos milenios de torturas y tentáculos, por romper un contrato. Por lo que a ella le concernía, eso era preferible a este... este idiota.

(En realidad, la pena por su buen sentido fue un aburrido trabajo de escritorio catalogando youmas. El infierno puede ser malvado, pero no es tonto)
 

--No puedo creer que llevaras explosivos plásticos en tus muñequeras.

--Equipo estándar, en realidad. Ah, y usar ese cubo con el látigo como si fuera una honda para colocarlo en el lugar preciso fue una inspiración, si así puede decirse.

--Ni lo menciones. Sólo es otro triunfo para el Trueno Azul. Hum... Ahora, asumiendo que este tipo seguirá los planes típicos de un plan de conquista del mundo...

--Debe ser por ahí...

--Estoy impresionado Gosunkugi. Un arqueólogo podría haberlo sabido... bueno, lo que soy, pero, ¿cómo pudo saberlo un agente secreto?

--Un agente secreto no. Un practicante de las Oscuras Artes del Vudú, sí.

--Buen punto. Vamos.

Y así lo hicieron.
 

Excepto en el caso de Shampoo, que desapareció entre sus túnicas de Juraian. Por un momento no hubo movimiento, y entonces, una masa del tamaño de un gato empezó a moverse hacia la apertura del cuello.

Era blanco con terminaciones púrpura-rosado, como pudiera esperarse. Pero eso no era todo lo que esperaban.

--¿Eso no es un gato, o sí? --preguntó Daisuke entremedio de sus Hadokens.

--No sabría decirlo --dijo Hiroshi durante un un movimiento con un particularmente molesto Shoryuken.

--Ni yo --comentó Sayuri, lanzando una Carta Sanguienta y derribando a tres Secuaces sin Rostro --. Pero quizá pueda ayudarnos.

Yuka simplemente siguió disparando. Ella había entrado muy profundamente en su rol.

Y Shampoo miró hacía arriba con un lastimoso "Miyaaa..."
 

--¿Están todos bien? --preguntó Ranma.

--Perfecto --replicó Nodoka--. Todos estamos bien.

«En realidad, nunca me había sentido mejor. Nada como una buena aventura para revitalizarse, eh Tendo.»

El otro fanfarrón asintió hacia el cartel y su impecable caligrafía.

--Certes ¿podría haber alguna otra aventura? ¡especialmente en una causa noble como esta!

Akane miró fijamente.

--La única cosa que me aproblema --continuó Nodoka -- es todas esas chicas haciéndole ojitos a mi marido. Si no fuera por el código de los Jedi yo...

«No condenes a las jóvenes, dulce dama. El pequeño corazón de una doncella no puede evitar ruborizarse y sonreír. Tu sabes» vuelta «que nunca te traicionaría, corazón.»

Nodoka se ruborizó.

--¿Crees que podamos conservar al menos a nuestros padres de esta forma después que termine esto? --suspiró Akane.

--Lo dudo. Pero podríamos pensarlo --respondió Ranma.

--Así que, ¿lo atacamos ahora? --preguntó Ukyo.

Ranma asintió.

--Equipo Nerima... ¡Sanjo!

Hubo una pausa.

--¿Por qué dijiste eso? --preguntó Mousse.

Hubo otra pausa.

--No tengo idea...
 

¿Podría ser, después de todo, que realmente hubiera un Ley Cósmica? ¿Existía acaso alguna fuerza enigmática que le negara su derecho natural de convertirse en el dios que el sabía que era su destino? ¿Existía la real posibilidad de que pudiera fallar?

Ná. No podía ser.

Nadie podría llegar hasta él, después de todo... sus escudos mágicos eran impenetrables. De hecho, la única cosa que podría romperlos sería una aplicación precisa de energía mágica y fuerza cinética sincronizadas.

--¡Mazo de hielo de Mercurio!

Bump.

Fred se tambaleó cuando el último de sus escudos cayó desmenuzado. La ola psíquica negativa era insoportable. Y entonces los vio. Como el más abigarrado equipo que jamás hubiera podido imaginar... de hecho, más que de lo que realmente hubiera sido capaz de imaginar.

Fred empezó a retroceder, comprendiendo que las cosas se habían salido de manos.

--Miren, no se quienes son ustedes, pero es muy descortés interrumpir a un hechicero cuando está tratando de conquistar el mundo. Siempre creí que los japoneses eran gente muy cortés...

La figura blindada se adelantó al grupo.

--Debes estar bromeando. ¿Crees que vamos a dejar simplemente que reescribas toda nuestra realidad? Señor, usted está en un mundo de dolor. Dos o tres, de hecho.

--¡Sólo si logran atraparme!

Fred golpeó su puerta de escape secreta (una norma estándar para cualquier malvado conquistador del mundo) y se congeló cuando un individuo en smoking y armado con una Walter PPK, y otro tipo desaliñado armado con una pistola de seis tiros y un gran palo.

--Cómo... cómo pudieron...

--Compañero, el Trueno Azul no está de humor para responder sus preguntas. Mi amigo aquí tiene licencia para matar, y yo, al menos, tengo el derecho de mutilar severamente.

--Ahora miren --protestó Fred--. ¡Esto es simplemente tonto! ¡Incluso si existe algo como una Ley Cósmica, no trabajaría como esto! ¡Se supone que debe haber alguna clase de enfrentamiento dramático, no simplemente disciplinar al mago!

--Disciplinar al mago. Por Crom, para mí suena bien --comentó Konatsu.

--Yo quiero herirlo --gruñó Nabiki.

--Deberás darte cuenta que tus acciones son poco honorables y poco masculinas --comentó Nodoka.

--Yo quiero herirlo --gruñó Nabiki.

--¡No pueden ignorarse tales enfermas acciones! --proclamó Soun.

--Yo quiero herirlo --gruñó Nabiki.

«De hecho, el castigo es inevitable» firmó el Panda caballerístico.

--Yo quiero herirlo --gruñó Nabiki.

--¡Por tus crímenes contra la gente de este pueblo, te castigaré en el nombre de Nerima! --declamó Akane.

--Yo quiero herirlo --gruñó Nabiki.

--Ya sabemos tu punto; Nabiki --murmuró Ranma.

Fred empezó a sudar profusamente. Incluso aceptando la Ley Cósmica, el podría haber esperado dos, quizá tres, héroes. Pero esto era...

Una púa rosa cristalina irrumpió a través de la pared con un retumbante "¡Miyaaa!". En un golpe de luz, dos Street Fighter, dos Adorables Angeles, y casi cuarenta Senshis sustitutas aparecieron.

Así como un montón de tipos en smoking y blandiendo rosas. ¿De dónde salieron esos?

--Te dije que ella podría hacerlo... ¿Dónde está ese brujo? --preguntó Sayuri.

Fred empezó a entrar en pánico. ¡Esto era una locura! ¡Sauron no habría sufrido esta clase de molestias! Debía hacer algo rápido... Ah.

Y Fred empezó su patentada risa malvada #27: Tengo Un As Bajo La manga, Cretinos.

Las palabras que dijo Fred salieron muy rápido... demasiado rápido para detenerlas. Estaban en un lenguaje que nadie había escuchado en milenios. Y la oscuridad penetró en la mente de todos los presentes.

Para todos, salvo una, el Miedo Más Profundo no era una imagen clara. En lugar de ello era un cosa vaga, sin forma, arrastrándose por sus mentes como un plátano enfermo arrastrándose por un pozo lleno de musgo. Nadie podría poner esa experiencia en palabras. Para todos era el miedo que yace en los más ocultos rincones de sus almas.

Para todos, excepto una.

Fred sonrió, oscuramente, mientras la masa de defensores colapsaba. Un hechizo peligro, puesto que el también podía caer bajo él, pero tenía era su derecho. Ahora... espera. El de la armadura no se estaba retorciendo de horror en la tierra... estaba... ¿agachándose?

--Miau.

Por supuesto, un trauma suficiente a edad temprana puede borrar cualquier instinto humano normal y reemplazarlo como su temor más profundo. Y el hechizo de terror había pasado por encima de la capa de Priss directamente hacia el puro, y sin alteraciones, Ranma.

--¡¡¡Pffffst!!!

El "puño del gato" es una técnica tenebrosa, casi imparable.

El "puño del gato" en una armadura es simplemente absurda.

Fred apenas alcanzó a teleportarse a salvo.
 

--Amuleto este es. ¿Haces honores, Ranma?

Ranma levantó su visor, y miró a Cologne.

--¿Qué...? ¿Qué ocurrió?

--Puño del gato fue, aunque gatos aquí hay no. Amuleto aquí esta. Sabes tu lo que hacer debes.

Ranma asintió. Y levantando su arma, apuntó...
 

La realidad había hecho su mejor esfuerzo en regresar a la normalidad, pero quedaron algunas diferencias menores.

Gosunkugi se preguntó donde se habían ido sus muñequeras.

Nabiki tenía el más extraño antojo de zanahorias.

Akane estaba considerando tomar Computación como ramo electivo.

Ukyo tuvo que controlar la urgencia de cantar en tirolés.

Kodachi no estaba segura de por qué estaba atada y amordazada, pero eso no la hacía feliz.

Kuno decidió suscribirse a "Arqueologia hoy".

En el Nekohanten, Mouse se encontró a si mismo hojeando una revista de armamentos.

Cologne intentaba descubrir por que estaba mirando el Cristal de Leng Khao. Bueno, podría ser algo importante.

En Uchhan, Konatsu estaba babeando por una lata de cerveza inglesa. No estaba seguro de que era estar "babeando", pero sonaba bien.

De regreso en el dojo, Kasumi se preguntó por qué tenía un mal sabor a tabaco en su boca.
 

--No estamos muy felices contigo, Fred. ¿Acaso creíste que no nos daríamos cuenta de semejante distorsión?

--Tienes razón, Paulie. Estamos un poco cansados de tus rarezas.

Fred miró a sus vecinos y gimió.

--Ay, vamos muchachos... No ocurrió nada, después de todo.

--Es inútil, Fred. Debes ser castigado. ¿Earl?

--Tu lo tienes.

Fred lloriqueó.

--No. No después de esa chica maulladora. No eso...

--¡Fred no baka!

¡Bam!

--Ey, Earl. ¿Qué fue eso?

--Estoy tomando lecciones de japonés. Eso quiere decir que Fred es un idiota, pero tiene mayor impacto ¿no crees?

--Oh. Suena bien para mí...