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Estaciones de Joseph Palmer
Traducido al español por: Guillermo Riquelme Valenzuela
 
Los personajes e historias de Ranma 1/2 son copyright (c) Rumiko Takahashi y han sido usadas aquí sin permiso ni licencia.
No se reclama derecho de propiedad alguno sobre este trabajo. Esta obra es estrictamente para uso no comercial, y ha sido creada sólo para el disfrute de los fanáticos.


Primavera

La campana de viento resonó con suavidad, el percutor apenas rozó su lado interno. Akane lo percibió a pesar de los ruidos de la cena. Parte de ella estaba allí, con los demás, mientras otra observaba como una extraña, advirtiendo ahora algunas pequeñas cosas que ya parecían usuales.

Esta primavera no estaba siendo especialmente calurosa, y era la primera vez en el año que los Tendos y los Saotomes cenaban con las puertas abiertas. De algún modo semejaba una ocasión festiva. Kasumi lo había hecho parecer así, no porque hubiera algún plato especial en la mesa, sino porque cada uno de ellos estaba perfectamente presentado. La mesa se veía como la portada de un imaginario libro de cocina.

Akane, sentada en sus talones al lado de Ranma, ocasionalmente le echaba una mirada furtiva cuando él no estaba mirando. Atendió su voz por unos instantes, diciendo algo sobre una nueva técnica de entrenamiento, mientras su padre respondía con su murmullo profundo. Ranma a veces hablaba de la misma manera, apenas moviendo sus labios. Usualmente reservaba ese tono de voz cuando trataba de rehuir una respuesta. Ya había oído ese tono de voz antes.

"Soy feliz", pensó. Sólo feliz. Ranma últimamente había estado bastante soportable. No tenían una discusión seria desde hacía meses, y realmente disfrutaba las pequeñas chanzas entre ambos. Sospechaba que Ranma también, puesto que se plegaba a ellas con entusiasmo.

La introspección de Akane se rompió con la pregunta de Kasumi.

--Akane, ¿me ayudas a lavar los platos?

--Sí --respondió, levantándose y empezando a recogerlos. Uno por uno los demás se excusaron, los padres por otro juego de shogi, Nabiki a su habitación. Ranma agradeció a Kasumi y salió al patio.

Al llegar a la cocina, Kasumi exclamó sorpresivamente.

--¡Olvidé el postre!

Akane siguió su mirada hacia una pila de pequeñas cajas púrpuras.

--Las compré especialmente para hoy. Supongo que aún podemos llevárselas cuando terminemos con los platos -- Kasumi llenó el fregadero mientras Akane guardaba las salsas y especias.

Akane observó mientras su hermana enjuagaba cuidadosamente los platos, absorbida por su trabajo, con el toque preciso, tal como Ranma cuando hacia sus precalentamientos. Rápidamente la cocina estuvo limpia, con todo de regreso en su sitio. Akane siempre había amado la cocina así, oliendo a limpio y pareciendo pulcra y acogedora.

--¡Tenemos mucha suerte por tener una cocina grande! --dijo Kasumi--. Algunas de mis amigas tienen departamentos muy pequeños y cocinas incluso más chicas.

--¿Qué tan grande es la cocina de la clínica del doctor Tofú? --preguntó Akane.

--También es grande. En la época en que tenía muchos pacientes internados, construyó una cocina grande para atenderlos. Pero en estos días es difícil que alguien necesite quedarse por una noche.

Kasumi llenó una tetera grande y la puso en el quemador, sacando una gran bandeja, y colocando pequeños platillos en ella, y cuatro de las cajas.

--Con esto será suficiente para todos --dijo--. Yo iré por Nabiki, mientras tú buscas a Ranma.

--Sí.

Akane dejó la cocina por la puerta trasera, buscando a Ranma en el dojo. No estaba allí, tampoco encima de la pajarera, ni peleando con su padre. Encontró a los demás alrededor de la mesa. Kasumi servía el té y abría las cajas.

--¿Han visto a Ranma? --preguntó.

--El no está arriba --respondió Nabiki.

--No lo he visto desde la cena --respondió Soun--. No es usual para él perderse un regalo como este... ¿Cierto, Saotome?

--Claro que no, Tendo. Si no aparece pronto sería una lástima desperdiciar su porción --respondió Genma mientras intentaba alcanzar la última caja sin abrir.

--¡Mi parte está allí también! --protestó Akane, rescatando la caja con rapidez.

--Miren --dijo Kasumi observando hacia algún sitio de afuera --. ¡Que hermoso atardecer!

Akane miró hacia fuera por un momento, mientras recordaba. Saltó fuera de la mesa con su caja aún en la mano, y salió hacia la cocina.

--Akane ¿no vas a comer con nosotros? --preguntó Kasumi.

--Um... Creo que ya sé donde está Ranma.

Una vez en la cocina, Akane tomó una bandeja de cama pequeña, una tetera del armario y lenta y cuidadosamente preparó té. Estaba bastante orgullosa de su habilidad de hacer el té y ahora los demás no podían distinguirlo del que preparaba Kasumi. Colocó la caja, un par de tazas y una pequeña tetera en la bandeja y subió al segundo piso. Pasó por enfrente del cuarto de Ranma, los de sus hermanas y el suyo propio, y salió hacia el tendedero. Cuidadosamente subió al tejado, sin poder evitar rasparse la muñeca. Además casi dejó caer dos veces la bandeja completa.

Ranma estaba tendido en su sitio habitual, con la cabeza acunada en sus manos.

--Hermoso atardecer --dijo Akane, poniendo la bandeja en el techo y sentándose a su lado.

--Mmmm --dijo Ranma, mirándola-- ¿Qué es eso?

--¡Sakura mochi! ¡Fresco de hoy!

Ranma echó una mirada cautelosa, mientras cada músculo de su cuerpo pareció tensarse.

--Kasumi los compró...

Ranma se relajó.

--De ese viejo chino...

Ranma se congeló.

--¡Es broma! ¡Es broma!

Ranma se relajó nuevamente.

--¡No me asustes así!

Akane vertió el té, abrió la caja y sacó dos de los bultos envueltos. Le dio uno a Ranma. El, en lugar de abrirlo inmediatamente, lo contempló un momento e inhaló su fragancia. El complejo aroma asaltó sus sentidos, desatando una ola de recuerdos. Levantó la vista hacia Akane que lo observaba atentamente. Ya había visto antes esa mirada.

--Pensé que dijiste que Kasumi los compró --dijo.

--Si, lo hizo.

--¿Entonces por qué me miras como si estuvieras buscando una "X" en mi cara?

--¿Una "X"? -- Akane pareció sorprendida --. ¡Ah! No. No es eso. Lo único que veo en tu cara es una mirada feliz. ¿Por qué?

--Las hojas de cereza. ¡Me encanta ese aroma!

Akane olfateó su hoja cuidadosamente, olía como otras hojas de sakura, y algo más, muy familiar, pero no podía identificarlo.

--Sí, es bueno --dijo ella--. Pero me recuerda algo más.

--A mi también. Creo que es algo así como tabaco de pipa.

--Sí, algo así, pero no de la que fuma Ji-san.

--Y también me recuerda esos viajes a la montaña que papá y yo hacíamos durante el entrenamiento. En primavera algunas plantas huelen así.

Akane enrolló la hoja superior, pero dejó la hoja de abajo para evitar tocar el pegajoso relleno de arroz. Se preguntó por un momentos por la existencia de la segunda hoja. Los hechos en casa no tenían una hoja en la parte superior. Debe ser para evitar que se peguen a la caja, pensó. Mordió el suave y pegajoso arroz y la dulce pasta de frijoles en su interior. Percibió un suave sabor a cerezas en el pastel, o quizá solo fuera la esencia de las hojas.

--Son mejores que los que hice --dijo.

--Debes haber usado malos ingredientes... --replicó Ranma, sin querer discutir realmente el asunto.

Se sentaron juntos y observaron el sol que caía detrás de los edificios. El cielo se puso muy rojo, mientras unas pocas nubes altas permanecían al sol. Terminaron sus pasteles y el té en silencio, mientras el cielo se oscurecía.

Ranma se deslizó hacia abajo en el tejado unos centímetros y se recostó nuevamente en sus manos.

--Este es mi momento favorito del día --dijo.

--¿Mmm?

Akane miró a Ranma que yacía abajo.

--Cuando papá y yo estábamos en los viajes de primavera, me gustaba salir a escondidas para ver el atardecer y tener un poco de tiempo para mí. Adoro cuando se levantan las primeras brisas frescas de la tarde.

Akane cerró sus ojos. Había una brisa ligera, el aire frío mezclado con el calor que salía del tejado. Bess ladraba a nadie en particular, y otros perros respondían cerca. Podía oír los trenes y el lejano murmullo del tráfico. Un cambio en la dirección del viento trajo el dulce aroma de algunas flores que se abrían en la noche. Estiró sus brazos sobre de su cabeza y se sumergió en la fragancia del aire.

--Ah. ¡Es tan bueno estar aquí! --dijo.

Mientras bajaba sus brazos tropezó con el borde de la bandeja. La tetera resbaló peligrosamente al lado de ella, haciendo que la bandeja empezara a deslizarse hacia abajo, alejándose de ella. Ranma extendió la mano derecha con indolencia y detuvo su movimiento. Akane se levantó para atrapar la bandeja, pero perdió su asidero y empezó a deslizarse rápidamente hacia el borde del tejado.

--¡Epaaaaaa! --gritó.

--¡Akane!

Ranma rodó hacía su lado mientras mantenía su mano derecha en la bandeja y envolvió su brazo izquierdo alrededor de la cintura de Akane mientras resbalaba. Ella se detuvo, con su cabeza confortablemente acunada en su brazo derecho, que aún sostenía el brazo de la bandeja.

--¿Estás bien? --preguntó Ranma.

--Mmmm. Sí. Gracias Ranma. Disculpa que sea tan torpe.

Ella se quedó algunos momentos, gozando del abrazo accidental que recibía. Miró a Ranma. El aún respiraba nervioso mientras su corazón latía con fuerza. Cerró sus ojos e inhaló fuerte, para luego exhalar lentamente. Cuando se volvió a ella notó de repente que tenía su brazo alrededor de ella. Rápidamente lo quitó y lo dejó en el tejado.

--¡Lo siento! --dijo.

No había necesidad de soltarme tan pronto, pensó ella. Oh bien.

Yacieron silenciosamente juntos en el tejado. Ella pensó en lo nervioso que se había puesto Ranma al resbalarse. ¿Su corazón realmente estaba corriendo, podría él estar realmente tan asustado de que ella resbalara fuera del tejado? ¿O era algo más? El siempre se veía tan atemorizado cada vez que se tocaban, aún cuando sólo estuvieran entrenando. Ella ni siquiera se había asustado. Ranma siempre la salvaba de algún modo. Sonrió a sí misma pensando cuantas veces ya la había salvado. El realmente era muy protector de ella, y le gustaba eso, aunque pudiera ponerse un poco celoso a veces.

La mente de Akane recordó algo. Su amiga Sayuri había empezado a salir con un chico del 1C, y contaba todos los detalles a la hora del almuerzo. Akane raramente hablaba sobre Ranma a esa hora. Sus amigas habían oído ya muchas historias acerca de sus luchas, y no tenía muchos momentos jugosos de chismografía que compartir.

La brisa levantó el olor de una barbacoa que le recordó el campamento. Pensó sobre Ranma en sus viajes de entrenamiento con su padre. Los viajes en que ella lo acompañara nunca resultaron muy divertidos. De hecho fueron desastrosos, pero por lo menos ahora había aprendido ya a preparar un curry bastante normal, que Ranma sí podía comer.

Tomó un profundo respiro y observó a los pájaros que pasaban encima. Casi se sobresaltó por la vista, porque había olvidado completamente que estaba encima del tejado. Algo en el día la había llevado a perderse en sus pensamientos. Miró a Ranma. Tenía sus piernas cruzadas, con un tobillo descansando en la rodilla contraría, su pie moviéndose de cuando en cuando como la cola de un gato. Sus ojos enfocados en el infinito. Es por eso que él viene acá.

--Oye Ranma... ¿En qué piensas?

--Oh, en nada.

--De verdad... ¿Qué estás pensando justo ahora?

--Estaba pensando en algunos de mis amigos que están buscando trabajo de verano. Pensaba que podría intentar traer algunos estudiantes al dojo este verano.

--Um.

Akane advirtió la luna que se levantaba sobre el pueblo.

--Vamos a necesitar un cartel para anunciar la Escuela Saotome de Artes Marciales Estilo Libre.

--¿Un cartel?

Ranma se volvió para mirar a Akane.

--Bien. Si estás enseñando, necesitaremos tener un cartel para que la gente lo sepa. ¿Qué tal te suena "Escuela Saotome del dojo Tendo, Musbettsu Koktou"? Suena parecido al que tenía papá cuando empezó a enseñar aquí.

--¿Eh? Pensé que este lugar siempre había sido el dojo Tendo. ¿No se llaman así tus abuelos?

--Y mis bisabuelos, pero del lado de mi madre. Cuando papá empezó a enseñar aquí era el dojo Takahashi. Ellos no cambiaron el nombre hasta que papá se casó con mamá y asumió la enseñanza.

--Siempre me pregunté cómo era que tu padre había podido conseguir un sitio tan grande y criar una familia, y aún así ocupar todo ese tiempo entrenando con mi padre. ¿Cómo fue que tu padre conoció a tu mamá?

--Fue un matrimonio arreglado --rió Akane--. Creo que viene de familia.

Ambos suspiraron. Ranma habló un poco acerca de sus planes para el dojo y Akane regresó a su estado de ensoñación, sin escuchar las palabras, sino concentrada en su voz, percibiendo el entusiasmo sobre el hecho de tomar estudiantes, su preocupación sobre el orden en el que debía enseñar las lecciones, cuándo hacer las clases, donde encontrar los alumnos. A veces parecía preocupado, pero hablaba sobre sus problemas hasta que recobraba su confianza. Ella asintió mostrando su complacencia cuando pidió su opinión, pero lo que más le había gustado era estar sola con él y oírlo hablar acerca de algo que realmente amaba.

Pronto las primeras estrellas se hicieron visibles en el oscuro cielo. Las oleadas de calor del tejado se habían detenido y ya se sentía un poco de frío en el aire. Ranma había terminado de hablar acerca de sus planes, y continuaron hablando de otros temas. Entonces ambos quedaron en silencio. Akane miró el cielo buscando estrellas fugaces, pero no encontró ninguna.

--Es hora de entrar --dijo Ranma rompiendo el silencio.

--Pero es tan bonito estar aquí --protestó Akane.

--Ha sido como un montón de atardeceres y, sin embargo... ¿Podrías alcanzar la bandeja? Mi brazo está dormido.

Akane se volvió a su izquierda y, por primera vez, advirtió que Ranma seguía sosteniendo la bandeja, y que ella había estado usando su brazo como almohada.



Fin

Nota del autor:

Gracias por la lectura, y agradezco a aquellos que me escribieron sobre mi primera historia "Invierno". Esta historia nació después que una amiga me trajo sakura mochi fresco del Japón. Ella me contó que sólo estaba disponible unas pocas semanas del verano, y de ahí surgió la historia. Aquí en California hay senderos en el borde de la costa pacífica que poseen plantas con exactamente el mismo aroma que el usado en el sakura mochi. Y estoy seguro que ya han adivinado cual es mi momento favorito del día. No sé todavía que pondré en mi próxima historia "Verano", pero ya estoy pensando en eso.
Honestamente adoro recibir correo de los amigos que han leído mis historias. Si les han gustado, por favor suelten una linea a mailto:jpalmer@best.com
Mis otras historias se pueden encontrar en mi página http://www.best.com/~jpalmer/fanfic/fanfic.shtml.

"Primavera" 1995, Joseph Palmer
 
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Ultima actualización: sábado 22 de enero de 2000
 
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