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Días de chica de Robert Heiney
Traducido al español por: Guillermo Riquelme Valenzuela
 
Inserte aqui la usual, aburrida y universalmente memorizada advertencia de derechos


Parte 2:
Viaje de compras

--Anoche fue infernal, Akane --gruñó Ranma--. Dormir con ese... ese...

--Negligé, Ranma. Y te veías muy, pero muy bonita con él --se burló Nabiki.

Sin embargo, era mortificante para Nabiki que Ranma hubiera salido de su modo de ser normal para preparar un crudo, pero efectivo sistema de alarma que le advirtiera de la inevitable instantánea que ella iba a intentar tomarle. Y estaba segura que Ranma se encontraba detrás de la súbita carencia de película en la casa. Aún no podía decidir si enojarse por su pérdida potencial de ingresos o alegrarse de que el chico Saotome (¿o chica?) hubiera empezado a mostrar signos de inteligencia. Oh, bien, ya habría otras oportunidades... dada la presente situación.

--Buenos días, Ranma-chan --agregó Kasumi (sin advertir la mueca de dolor que la pelirroja hacía cada vez que era llamada con lo que ella consideraba un equivocado sufijo femenino)--. Y ese es un muy bonito vestido para hoy.

--Lo único que me alegra es que estemos en vacaciones. No quisiera tener que vestir el uniforme de Furinkan. Ningún uniforme.

Ranma se observó, vistiendo una camiseta azul con figuras amarillas. Y calcetines con adornos rosados. Y una pulsera... Nodoka había insistido en, por lo menos, una pieza de joyería. Y casi podía sentir la cinta verde que sostenía su moño en su lugar.

Por primera vez en su vida deseó que Nodoka hubiera escogido la opción del seppuku.

Akane no podía decidir si sentir compasión por Ranma o estallar en risa. Al final simplemente cogió su arroz.

Nodoka suspiró.

--Sé que no te gusta Ranma-chan. (mueca de dolor del individuo nombrado anteriormente), pero yo lo considero necesario. Y además te ves muy bonita.

--Sí, bueno. No planeo hacer de esto un hábito, excepto por esa terapia de mantenimiento. Y si tengo que vestirme como una chica quiero tener mi propio estilo de chica. No que yo sea una chica...

--Ya sospechaba que serías una especie de marimacho, querida, --replicó Nodoka, mientras miraba de reojo a una repentinamente histérica Akane.

Ese comentario había roto toda su compostura.

---¡Ja-Jajajajaja! ¿Quién es el marimacho ahora, Ranma? --dijo, riendo a carcajadas en frente de la chica que empezaba a enrojecer.

--¡No lo sé, Akane-chan! ¡Quizás tú puedas darme algunas lecciones!

--¿Qué?

--¡Y mientras siga adelante con este asunto, tal vez necesite también lecciones acerca de cómo ser más fea!

--¡Estúpido Ran...!

--Señorita, suelte ese martillo ahora --ordenó Nodoka.

Akane pestañeó y renuentemente (muy renuentemente), obedeció.

--De todas maneras, después del desayuno saldremos de compras. Y antes de que pienses que sólo compraremos blusas y pantalones (aquí Ranma murmuró un "¡Rayos!" interno, por no haber pensado antes que su madre ya estaría prevenida). Deberás tener al menos unas dos terceras partes de guardarropa propiamente femenino. Tendrás derecho a escoger tus faldas y vestidos hasta cierto punto, pero si actúas demasiado obstinada yo diré la última palabra, y me decidiré por montones de rosas y lazos. ¿Me he expresado claramente, jovencita?

--Sí, mamá.
 


 
--Ranma, ¿no es ese vestido un poco... revelador? --masculló Nodoka al ver lo que su hijo/hija había escogido.

--Mamá, si voy a ser una chica, entonces voy a tener mi propio estilo de ser una chica. Si voy a ser una chica con actitud, dura, sin sentido...

--Pero... pero... pero...

--...y además se me bien. ¿Qué tiene de malo un poco de cuero?

Y si que era cuero. Pantalones cortos de cuero brillante y lustroso, con botas de cala alta y un cinturón de cadena. Y las cuentas. No olvides las brillantes cuentas. O los guantes sin dedos. O las medias cuadriculadas. Incluso la gargantilla.

Ranma destellaba un solo mensaje claro: "Chica mala".

--Yo... yo sólo pensaba... bueno... ¿así sientes que eres tú? --masculló Nodoka.

--Esto no es para todos los días. Es sólo un tipo de estilo. Además, es ropa ideal para luchar, y tú sabes como atraigo las peleas.

"¡Eso no es lo único que vas a atraer, Ranma!", pensó una Akane furiosamente decidida a mantener su posición de no-me-reiré-de-nada-no-no-no. "¡Si andas dando vueltas por ahí con esa facha vas a redefinir el concepto de ataques directo al corazón!"

--Esto es para luchar, mamá. Me figuro que si soy desafiado en un "día de chica", esta ropa servirá para distraer a mi oponente.

Nodoka levantó una ceja.

--¿"Día de chica"?

Ranma se encogió de hombros. (Causando lo que a cualquier hombre alrededor le parecería una muy interesante ola de rizos en el apretado cuero). Así voy a llamar a las jornadas de mantención después que pasen estos dos meses de entrenamiento.

--Ah. ¿Puedo entonces tener esperanzas de que tus otros atuendos sean menos... escabrosos?

--¿Qué tiene esto de "escabroso"?

--Ranma --dijo Akane (que había insistido en venir con ellos)--, ella se refiere a que, si la mayoría de tus atuendos van a ser como ese, tendrás a todos los chicos encima de ti. Y quiero decir que todos estarán encima de ti. Como una jauría.

--Agk --replicó Ranma.

--Pienso que debemos hacer un compromiso, querida --intervino Nodoka--. Hummm, hay una tienda de ropa deportiva cerca de aquí.
 


 
El resto del día fue muy similar. En la tienda deportiva. Ranma quería sudaderas. Akane sugirió varias muy bonitas (lo suficiente bonitas como para molestar a Ranma), y Nodoka asumió compromisos. Ranma salió con una mezcla de pantalones cortos y ropa de lycra.

En una tienda de ropa de baño, Ranma adquirió dos trajes algo reveladores de una pieza y otro muy revelador de dos piezas (todos escogidos por Nodoka, y de todos los cuales Ranma había tenido que admitir que le quedaban muy bien),

Un viaje a la tienda de ropa interior resultó en una selección de sostenes muy, muy llanos y bragas (incluyendo al menos dos bragas deportivas, las cuales Ranma se justificó a sí mismo como soportes atléticos para su pecho) y dos juegos más femeninos (de hecho, más bien, "escabrosos").

Fue en una tienda de ropa que las cosas nuevamente se salieron de control. Los pantalones y blusas fueron bastante fáciles. Unas pocas prendas superiores fueron simples. Pero cuando llegaron a la parte de las faldas, las cosas se pusieron... extrañas.

--Mamá, el problema es la lucha. Debes comprenderlo, siempre hay alguien tratando de atacarme. Debo estar siempre preparado para la lucha. ¿Cómo podría estarlo con una falda?

--Ese es un buen punto, Ranma. Pero estoy exigiéndote que vistas adecuadamente, y no puedes pasar todo el tiempo con pantalones sueltos, que es muy parecido a estar con pantalones, y eso debilitaría el propósito del entrenamiento.

Un vendedor la observó...

--Perdón, ¿es la joven una artista marcial?

--Bueno sí, lo es --replicó Nodoka--. ¿Tiene alguna sugerencia?

--Sí, madame. Nuestra nueva línea de Faldas de Lucha.

Akane, Ranma y Nodoka miraron escépticas al vendedor...

--¿"Faldas de lucha"? --replicaron al unísono.

Las faldas eran una selección de faldas cortas, desde unas justo sobre la rodilla hasta cortas minis. Las costuras laterales no estaban cosidas, sin embargo, sino unidas con velcro.

--Si se encuentra involucrada en una pelea, las costuras se pueden apartar fácilmente, convirtiéndose en una especie de falda pantalón, lo que permite su libre movimiento. Son nuestra exclusividad. Los refuerzos al fondo de las costuras evitan que el velcro se separe accidentalmente. Además tenemos un amplio rango de tallas y estilos.

--¿Quién rayos pudo tener una idea como esa? --espetó Ranma.

--Señorita, estamos en Nerima.

--Buen punto. Veamos lo que conseguimos.

Tres faldas largas y dos modestas minis después, era tiempo para la siguiente tienda.

--No quiero tacos.

--Debes tener un par para las ocasiones formales, Ranma. Si lo prefieres, el resto puede ser plano.

--No quiero ningún taco. No necesito tacos.

--¿Y por qué dices que no necesitas tacos?

--Porque ella ya tiene dos pares --apuntó Akane--. Ella los uso para sus disfraces.

Ranma humeó.

--Oh, bueno, eso significa que podremos gastar un poco más en tu vestido de noche.

--Agk --comentó Ranma.
 


 
Por supuesto, eso no fue toda la compra.

--¡Chica de la coleta! No... ¡Chica del moño! ¡Seguramente has cambiado tu peinado por mi causa, como señal de tu necesidad de liberarte del yugo del demonio Saotome! Ven, tú y la encantadora Akane Tendo pueden citar...

¡¡KA-WHAM!!

--Ranma, ¿era eso realmente necesario? --preguntó Nodoka al ver la figura del luchador de kendo desapareciendo en la distancia.

--Sí mama, lo era.

Akane, por una vez, aprobó vocal y entusiastamente la declaración de Ranma.
 


 
--De ninguna forma usaré una cartera.

--Pero Ranma, ¿dónde guardarás entonces tus cosas? Muy pocas de tus nuevas prendas tienen bolsillos...

--Oh... está bien....
 


 
--¡WO AI NI! Airen... ¿Por qué Airen lleva puesto vestido? ¿Y por qué se ve tan femenina?

--¡Ay Akane! Esto no es lo que parece... Mamá... ¡ayuda!
 


 
--Uf... No sé nada acerca de estas cosas... Manéjalo tú, mamá.

--Bien Ranma. Vamos a ver los delineadores.
 


 
--¡Miren esos atuendos!

--¡Dios mio! --murmuró Nodoka.

--Humpf --murmuró Akane--. Así que es aquí donde compra cierta amazona...

--Mamá. No voy a vestir nada que se parezca a lo que Shampoo viste. Incluso si se ve bien en mí. Incluso si me hace verme justo como... Hummm... quizá uno, ese.

"Sólo en el caso de que tenga que representar a una amazona..."
 


 
--Oye hermosura... ¿me acompañas a tomar una taza de té o algo más?

--¡Gosh...! Tendrías que preguntarle a mamá.

--¿Qué tiene que interesarle eso a tu mam...?

¡Shing! (que, por cierto, es el sonido de una katana desenfundada rápidamente)

--Um.. ¿quizá otro día? No, creo que no.
 


 
--¿Por que un leotardo, Ranma?

--Por Kodachi. Si debo pelear con ella de nuevo, quizá pueda jugar un poco con ella.

--Pero si Ranma ya tiene uno... --interrumpió Akane.
 


 
¡¡¡Glomp!!!

--¡Shampoo! ¡Acepta mi amor! Acepta que soy el único que en verdad...

--¡Maldición Mousse! ¡Yo no soy Shampoo!

--¿S-Saotome? ¿Cómo te atreves a hacerte pasar por mi Sham...?

¡Whomp!

--Hija, debo admitir que eso si fue justificado.

--Deja de reírte Akane. No debería haberte dejado convencerme de entrar a esta tienda...
 


 
El grupo de compradores (uno enfadado, otro bastante divertido, y el último satisfecho con sus esfuerzos), regresó al dojo, donde se encontraron con las otras dos hermanas Tendo.

--¿Han tenido un bonito día? --pregunto dulcemente Kasumi (como si ella tuviera otra manera de preguntar).

--Depende como definas "bonito" --refunfuñó Ranma.

--Ahora, querida, deberás entretenerte un rato. Tu misma has dicho que las faldas de lucha realmente trabajan, después de todo. Ahora, puedo ver que estás cansada, así que deberás tomar un baño... no uno caliente, te advierto, tú no quieres cambiar... y entonces podrás ir por una blusa y pantalones si quieres.

--Gracias mamá --dijo Ranma con real gratitud, y se lanzó escaleras arriba.

Nodoka observó la partida de su hija/hijo y sonrió. Aunque no pudiera admitirlo, estaba claro para ella que se estaba sintiendo un poco más cómoda con la ropa al menos... aunque sólo porque no había sido forzada por ella en el pasado, sino por opción propia (incluso si ella la hubiera presionado un poco)..

Pero este día también había presenciado un poco de la locura que llenaba la vida de su chico. Bien... ¿que podría hacer sobre eso?

Si tan solo Ranma no hubiera insistido en ese traje de cuero, indudablemente escogido para asustar a Nodoka... Ah, bueno, incluso a un artista marcial del estilo de lucha libre podía permitírsele un poco de rebeldía. Pero sólo por esta vez.... Sólo por esta vez...



Fin de la parte 2

 
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Ultima actualización: sábado 22 de enero de 2000
 
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