Días de chica |
Inserte aqui la advertencia de derechos que todos nosotros conocemos bastante bien
Una semana había transcurrido desde el inicio del entrenamiento. Una semana que, para Ranma, transcurrió muchísimo más lenta que lo habitual. Había descubierto que sí existía una razón para la forma que tiene la ropa interior femenina. Simplemente encajan mejor en el cuerpo que una camiseta sin mangas y pantalones cortos. Un sostén resultaba (una vez que se acostumbró a él) en una mayor comodidad y menos tensión en la espalda. Las bragas eran realmente cómodas alrededor de su... allí. Pero nada importaba hoy. Y eso era porque hacia mucho calor. Era un día muy soleado y nadie tenía nada que hacer, incluso, esta vez, Kasumi. Este inusual estado de cosas había resultado en que Nabiki decidiera salir a broncearse. Una cosa llevó a la otra y, finalmente, había cuatro adoradoras del sol en el patio del dojo Tendo. Nabiki en uno de sus casi-no-puede-verse bikinis, Akane en uno un poco más púdico, Kasumi en un modesto traje de una pieza y Ranma... ...en un bikini con el que parecía haber declarado la guerra a Nabiki acerca de cual era el más... bueno, el menos... Aunque la hermana del medio de la familia Tendo nunca lo admitiría, en ese momento estaba ligeramente celosa. No tanto porque Ranma se viera tan bien como ella (eso no importaba), sino porque actuaba con la misma indolencia. En realidad, Ranma tenía menos problemas con un bikini que con la ropa interior. Su maldición ya le había obligado antes a vestir un traje de baño de mujer, y ya había usado uno de dos piezas. Este bikini era, simplemente, un poco menor, y durante la semana anterior había aumentado su complacencia con su aspecto femenino. Ella no estaba feliz con él, por supuesto, pero se había acostumbrado. El gentil estímulo de Nodoka tenía probablemente mucho que ver con eso. De hecho, aunque nunca lo fuera a admitir abiertamente, Ranma realmente disfrutaba del aspecto que le daba esta prenda en particular. Su diseño era del clásico tipo "cordón", pero en lugar de cordones el... más bien limitado pedazo de tela... se sostenía en su sitio por unos delgados tirantes dorados. Al momento, Ranma parecía mucho una modelo de revista, aunque un poco más menuda. Ranma meditó ociosamente sobre el hecho peculiar que su madre hubiera escogido este traje para ella. Las ideas corrientes de Nodoka sobre la forma de vestir femenina iban más por el lado del shogi que por el lado de la natación. Uno no podría ciertamente nadar con esto.... así que Ranma había decidido usarlo para broncearse. Los trajes de una pieza serían para la playa o la piscina. Akane miró de reojo a la lozana pelirroja y sintió una familiar punzada de envidia autonegada... y estaba celosa definitivamente por su apariencia. Siempre le había parecido cósmicamente injusto que ese muchacho arrogante, dominante e insolente no sólo fuera mejor artista marcial que ella, sino que, además, tuviera un aspecto más atractivo como chica. Si en alguna profunda parte de su mente acechaba la idea de que la cara y figura de Ranma no eran su culpa, aún no lograba salir de su escondite. Sin duda por causa de los regulares patrullajes de las tropas "eliminen cualquier pensamiento bueno sobre Ranma" que parecían vagar a veces por su mente. Ranma simplemente se puso al sol. Por primera vez, no había Akanes rabiosas, Shampoos en picada, Mousses cegatos, ni Kunos... fueran lo que fueran... ni chiflados Ryo... --¡Ranma!, ¡Prepárate a mor...! ¡Ooooops! "Hummm, pensó Ranma, "así no es como va normalmente, ¿o sí?" Ranma se apoyó en un codo, su pelo suelto y libre, semejándose en forma inconsciente a una increíblemente sexy muchacha con un bikini muy revelador. (Por supuesto, era una increíblemente sezy muchacha con un bikini muy revelador, pero no se veía a sí misma de esa forma, al menos no normalmente). --Oh, hola P-Chan. ¿Qué hay de malo? No te ves muy acalorado. --¿Dónde estás?... ¿A quién llamas...? ¡Uuuuurgh!. Ahora, para entender lo que esta pasando aquí, debemos penetrar en lo profundo de la mente de Ryoga Hibiki. Ryoga, como podrán adivinar, tiene un problema de timidez terminal. Cerca de una chica bonita se pone muy agitado. Alrededor de una chica bonita y escasamente vestida la palabra agitación no es en ningún caso exacta, y este escritor cree que no existe palabra alguna para describir el estado de mente en el que Ryoga llega a encontrarse. Enfrentado a cuatro chicas bonitas (de las cuales tres estaban vestidas escasamente y una no estaba vistiendo mucho, en realidad), Ryoga Hibiki hizo la única cosa que posiblemente podía hacer... Desarrollar una hemorragia nasal masiva y desmayarse. Una simple carga hormonal es excesiva para un hombre que no tiene idea de qué hacer con sus hormonas. Akane miro fijamente al muchacho eternamente perdido con la misma expresión con que vería a un chico muerto. --Ranma, detente... Um... no sigas atormentando a... En verdad Ranma había llamado P-chan a Ryoga un montón de veces, sin que Akane todavía se llegara a imaginar por qué... pero ese pequeño insulto no debería causar este tipo de reacción. Esto la confundía. No había nada de que culpar a Ranma esta vez (no realmente), a pesar de que ella sabía que, de buscar, encontraría algo. Akana no estaba acostumbrada a saber cuando o con quien enojarse. Pero esta vez hizo algo que muy raramente hacia en su vida. Permaneció tranquila y observó. --No he puesto ni un dedo sobre él. Vamos, llevemos a ese tonto adentro... Desde un mar de oscuridad, la mente de Ryoga emergió lentamente hacia una vista familiar... el techo del dojo Tendo. Y sobre él pudo ver la cara de un ángel... Akane Tendo, resplandeciente como un atardecer... y estaba su hermana, la diestra Nabiki, con una bata, y su otra hermana, la dulce Kasumi, en otra, y la otra hermana, Ran... ¡Espera! Ranma no era una hermana. Ranma tenía un moño, no una coleta. Ranma no llevaba puesto su sobredimensionada camiseta con un Hokuto-no-ken acerado sobre su bikini. Su muy interesante bi... Espera un momento. ¡Ranma no era un ella! ¡No cuando podía evitarlo! ¿Qué diablos estaba pasando aquí? ¡Debía ser otro siniestro plan de Ranma para aprovecharse de Akane, o para atormentar a Ryoga! ¡O probablemente para hacer ambas cosas! --Ranma... no sé que piensas que estás haciendo, pero no vas a lograr nada... ---¿Lograr que...? --Cualquier cosa... ¡cualquier cosa que estés intentando hacer! --Ey, hombre, estas desvariando... yo no estoy tratando de hacer nada. Simplemente estoy enfrentando mi femineidad con determinación masculina. --¿Qué estás qué? ¡No, ni siquiera intentes explicarlo! ¡Yo conozco tus trucos! ¡Por qué tienes puesto un bikini! --Porque pienso que es lo mejor para tomar el sol. Nabiki y Akane están de acuerdo en eso. Kasumi, bueno, tiene su propia opinión. --¡Eso no es gracioso! Mira, yo podría ver a Akane o Nabiki vistiendo algo así... --Eso hiciste --intercedió Nabiki sonriendo--. Por eso fue que te desmayaste. Akane, por supuesto, no captó totalmente el sentido de esas palabras. --Yo quiero decir. No puedo verlo a él en un bi... ¡No lo digas, yo sé que lo hice, pero eso no es lo que quiero decir! ¡¡Exijo una explicación!! Y Ranma, suspirando, le explicó el concepto de los "días de chica". Ryoga miró fijamente a Ranma con una mezcla de empatía y burla. Así como detestaba a su rival (o por lo menos así se lo decía a sí mismo), sabía que no podía ser duro con la chica/chico. Aunque Ranma parecía estar tomándoselo con una extraña frialdad. Bueno, era probablemente su innata obstinación, negándose a ser desilusionado. Asumiendo que el cuento fuera verdad... el que, por cierto, Ryoga no creyó ni por un segundo. No, esto era simplemente otro punto más en la larga cadena de mentiras de Ranma. En este punto, Nodoka subió. --Hola Ryoga... ¿Ranma-chan (mueca de dolor), Akane-chan, podrían hacerme un favor? --Seguro mamá. ¿Qué necesitas que hagamos? --Necesito que vayan a buscar un arroz especial para la sopa que le estoy enseñando a Kasumi. Pensé que nos quedaba pero... --Seguro. Ya vamos... er... Pero eso significa ir... afuera. Ranma había evitado salir del dojo desde el viaje de compras. Ella podía tener que vestir como chica y mantenerse como tal, pero no quería que nadie la viera. (Ryoga, Shampoo, los Kunos, y los otros no contaban... era las personas normales de las cuales se avergonzaba que la vieran), --Ranma, parte de estar cómoda con tu lado-femenino es estar en público con él. Es tiempo de que te vayas acostumbrando también a eso. Ahora, ve a tu cuarto y ponte algo bonito. (Tenía que decir "algo bonito"... Eso quería decir: "no blusas, no pantalones". ¡Rayos!) Mientras la chica pelirroja se encaminaba a su cuarto, Akane enfrentó a la matriarca de los Saotome. --¿Por qué tengo que ir yo con ese tonto? --Akane, debes hablar con respeto de tu prometido. Y ese lenguaje es completamente inapropiado para una joven dama... y de hecho para cualquier dama. La súbita e intensa aura de Nodoka era casi tan afilada como su omnipresente katana... e igual de cortante. --Está bien, tía... --murmuró Akane. --De todos modos, eres su prometida, y ella puede necesitar algunos consejos acerca de cómo actuar apropiadamente en público. Aprenderá a comportarse mejor, pero no quiero ser sólo yo quien la aconseje durante este tiempo. Ryoga repentinamente comprendió que todo lo que Ranma había dicho era verdad. Su madre estaba detrás de esto. Pero eso significaría que no era asunto de Ranma. Y todo era asunto de Ranma. Así que... ¡Seguramente Ranma había manipulado a su madre de algún modo, en algún elaborado plan para avergonzar a Ryoga y tomar ventaja sobre Akane! Ahora, si simplemente pudiera deducir como pretendía llevar a cabo esta forma de perversión... [Nota del autor: El lector astuto notará que Ryoga Hibiki posee lo que podría describirse como un extraño sistema de pensamiento lógico. En lugar de ir de los hechos a la conclusión, empieza desde una conclusión y encaja los hechos alrededor de ella. Y en las mentes de la clase de Ryoga Hibiki y Tatewaki Kuno, todos nosotros sabemos cuál es esa conclusión de donde empiezan] --Sí así lo pide... --gruñó Akane. Una cosa había aprendido rápidamente... Lo que Nodoka Saotome quiere, Nodoka Saotome lo consigue. Pero Ranma aún no había aprendido el concepto femenino de tomarse un largo tiempo para vestirse. Así que rápidamente bajó los escalones... y casí le provocó otro shock a Ryoga. Ryoga realmente no había sopesado el concepto de "días de chica" tanto como él creía. Había esperado, a lo sumo, ver a Ranma con sus habituales ropas chinas con un simple sostén debajo. En lugar de eso, Ranma vestía una blusa blanca, minifalda gris, un par de zapatos negros y... con su pelo hecho un moño con un pañuelo negro. Y pendientes. E, incluso, pudo advertir para su completa confusión, un toque de rubor y un suave color rosado en sus labios. Ranma se presentó para la inspección. Nodoka lo examinó y asintió. --Muy buena combinación, querida. Estoy contenta. Pero, ¿no estarás olvidando algo? --¿Qué? ¿Estoy, o no estoy bien maquillada? --Si, querida. Pero olvidaste tu cartera. Después de todo, tal vez quieras detenerte por una bebida fría en el camino de vuelta. Es un día muy caluroso. --Aw. Sabía que olvidaba algo. ¿La cartera blanca le encaja a esto? --Lenguaje, Ranma. --Disculpa, mamá. --Sí. La cartera blanca se verá muy bien, Ranma-chan (mueca de dolor). Ahora dense prisa... Mientras Ranma iba a buscar el olvidado accesorio, Ryoga se decidió a seguirlas y averiguar exactamente que tan real era ese plan. --¿Sabes tú cuál es la verdadera razón por la que mamá te envió conmigo? --dijo Ranma, mientras su moño ondeaba en la ligera brisa. --Para poner un ojo sobre ti, tonto. Para que no hagas nada vergonzoso. --Quizá --dijo Ranma malhumorado--. Pero ella también esta entrenándote a ti, por lo que me parece. --¿Entrenándome?... ¿Qué te ha hecho pensar eso? --. Akane miró fijamente a la pelirroja completamente confusa. ¿Había Ranma notado algo que ella no? --Sí. Tú sabes que ella siempre está tratando de juntarnos. Quizá ella es más sutil que nuestros padres, pero tiene el mismo objetivo. Ahora, si yo no puedo encontrar una cura, y terminamos casándonos... no es que yo lo quiera pero sólo en el caso de que lo hagamos... ella se ha dado cuenta de que tendrás que acostumbrarte a un marido que es una muchacha la mitad del tiempo. Akane palideció. Lo que Ranma había dicho tenía sentido. --Eso, eso es.... ¡molesto! --¿Uh? --replicó Ranma, sabiendo repentinamente (simplemente sabiendo), que de nuevo Akane había llegado a una conclusión que nada tenía que ver con lo que él había querido decir. --¿Cómo puede tu madre querer entrenarnos para ser lesbianas? --¡No! ¡Eso no es lo que quise decir! ¡Yo quiero decir que ella sólo quiere que nosotros podamos enfrentar mi hechizo, es todo, ella no está pensando nada como eso! Akane se relajó lentamente. --No. Tu madre no pensaría así. Tienes razón. Ranma también se relajo, hasta que Akane agregó: --Eso es lo que se le ocurriría a un pervertido como tú. --Estúpida Akane. Akane sonrió. Ryoga las siguió, tan furtivamente como pudo, lo que, realmente, era muy furtivamente. Su cociente de disimulo subió bastante cuando la salpicadura de agua de un auto redujo su factor de detección (y su tamaño), severamente. Ryoga continuó con un desesperado ¡cuiiic! P-chan mantuvo cuidadosamente la vista sobre las dos muchachas. Sabía que, si las perdía, su próxima parada podía ser prácticamente cualquier lugar en el Japón... o más lejos, incluso. Para su molestia, los dos muchachas parecían tratarse en términos cordiales... hasta que escuchó a Akane espetando una sola palabra: --¿Lesbianas? Y esto encajó perfectamente en la peculiar mente de P-Chan. Ese era el vil plan de Ranma... arrastrar a Akane en alguna torcida clase de relación lesbiana... No. Eso no podía ser cierto. Ni siquiera Ranma se degradaría a ese nivel. Tenía que ser algo más. Algo igualmente siniestro... algo... Para agravar más su incapacidad de deducir el plan de Ranma su frustrado "cuiiic" fue oído inmediatamente por Akane. --¡P-chan! Antes que el cochinillo pudiera reaccionar, ya estaba en los brazos de Akane y firmemente (muy firmemente) abrazado. Cuando empezaba a sufrir los efectos combinados de la falta de oxígeno y la proximidad a la ... um... zona frontal de Akane, ella agregó: --Pobre cosita... ¿Estás mojado de nuevo? Siempre estás mojado. Pobrecito... --Oh, excelente --murmuró Ranma--. El cerdo maravilla ataca de nuevo. --¿Qué fue eso, Ranma? --preguntó Akane, oscureciendo sus ojos. --Nada. Vayamos por ese arroz y volvamos a casa. --Oh, Ranma. ¿Seguro que no quieres detenerte en alguna parte para tomar una bebida? Hoy día está horriblemente caluroso... --Quizá, pero lo dudo. Mientras las dos chicas caminaban (y un cerdo era arrastrado) hacia la tienda especializada en arroz, el día se había silenciado, relajado (dentro de lo razonable) y tranquilizado. ¡Todos contra la pared! Sabemos que esto no puede durar. Mientras Akane llevaba a P-Chan, Ranma llevaba una bolsa de un kilo de arroz oscuro que Nodoka usaba en una de sus sopas especiales. Había recetas que Kasumi no conocía (aunque eso pareciera imposible), y la primera vez que Nodoka sirvió esa sopa, Kasumi le había pedido que le enseñara la receta. Ranma estaba de acuerdo por completo. --Tu sabes, Akane. Que dos personas capaces de hacer la gamba especial de mamá y su sopa de arroz es casi como estar en el cielo. --Hummm. Quizá deba aprenderla yo también --contestó Akane. Ranma cerró la boca por esta vez en vez de preguntarse si existía una Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra la Gamba. Gracias a que iba caminando ligeramente detrás de Akane, también evitó el golpe que su reacción podría haber incitado. --Ranma, hace tanta calor... ¿Realmente no quieres detenerte a tomar un refresco o algo? --Bueno, yo... --se interrumpió Ranma al ver un aviso en un tienda de helados. Decía "Venta especial: Dos por uno". --...realmente estoy sedienta.... y un poco hambrienta... --apuntó ella, mientras Akane sonreía complacida. --¡Tienes una forma de arreglar tus dichos a medio camino, Ranma! ¡Vamos! P-chan se preguntó si Ranma tenía algún plan malévolo con esos helados. La tienda era nueva, y la venta especial era un esfuerzo para conseguir nuevos clientes. El camarero sonrió al ver a dos bonitas muchachas entrando, una de las cuales traía un peluche. Cuando la morena puso el cochinito en la mesa, comprendió que estaba vivo. Seguramente era su mascota. --¿Puedo ayudar a las señoritas? --preguntó. Humm, la morena era bonita, pero la pelirroja era un bombón. Quizá pudiera una forma de preguntarle algo más. Escrutando el menú, y verificando su cartera, Ranma ordenó. Los ojos del camarero se ensancharon. --¿Usted quiere todos esos? ¿Sabe que son dos por uno? Sólo necesita ordenar la mitad de eso. --Sí, entiendo. Es por eso que estoy pidiendo lo que estoy pidiendo. --¿Quiere realmente cuatro Banana-splits, dos sorpresas de fresa y dos Caipiris tamaño familiar? ¿Sólo para usted? Ranma inició su acto de su Soy-Linda-e-Ingenua-Como-Un-Ramito-De-Flores. --Oh sí. Hace tanta calor y tengo taaanto apetito... ¡Estoy segura de que me los puedo comer todos! El camarero sonrió. --Señorita, si usted puede, la casa invita, a usted y su amiga. Pero tendré que verlo para creerlo. ¿Desea algo para su mascota? Ranma miró a P-Chan --¿Quieres algo? P-chan exhaló. Sí, quería algo, pero... ¿Cómo hace un cerdo para ordenar? Akane dijo, para la sorpresa de los dos. --Me gustaría un postre de chocolate, y el segundo es para P-Chan. Así se llama mi cerdito. Yo sé que le gusta el chocolate porque le vi comer algunos míos. El camarero sonrió. Cuando la pelirroja fallará en comerse su orden completa, él ofrecería a pagarle, y le traería una taza de té y algunos bocadillos... y después... Muy pronto podría construir una relación y entonces... Estos sueños se esfumaron cuando la pelirroja empezó a atacar los diferentes preparados con una velocidad y habilidad que siempre había pensado que sólo estaban reservadas para el grupo local de chiflados artistas marciales. Y nunca antes había oído de una Técnica Marcial para Consumir Helados. (Por cierto, nunca había estado en el dojo Tendo a la hora del desayuno) .--Ranma --susurró Akane --. ¿Recuerdas que tu madre quería que comieras un poco más femeninamente? Ranma redujo renuentemente la velocidad... un poco. De un estilo tipo aspiradora cambió a uno femenino, aunque a doble marcha. Según llegaba cada preparación, los comía con pulcritud, pero muy rápido, y el camarero repentinamente decidió que, si invitaba a esta chica a tomar té y galletas, se arruinaría en un santiamén. Oh, bueno... Cuando desapareció la última cucharada de helado, y Ranma bebía su caipiri, el camarero se acercó haciendo muecas. --Usted gana. Debo decir que estoy impresionado. Creía que sólo un artista marcial podía comer de esa manera. Ranma parpadeó. --Bueno... ella es un artista marcial (apuntando a Akane), y sólo he tomado algunos consejos de ella. Akane empezó a revolverse. Ranma no sólo estaba siendo delicada, sino también modesta. Esto era definitivamente extraño. Advirtió entonces el centelleo de los ojos de Ranma, y comprendió que sólo era una nueva forma de fastidiar. --Oh, no. --rebatió Akane--. Ella es la verdadera artista marcial. Yo soy sólo una aficionada. El camarero observó como se iniciaba el primer torneo de humildad de las artes marciales, estilo libre. Mientras tanto P-chan, que había estado todo el tiempo con su nariz enterrada en su postre, reflexionaba. ¡¿Qué estaba haciendo Ranma!? ¿¡Todo este tiempo en ese cuerpo femenino había dañado su mente!? --Oh, Akane-chan, ¡Pero tu eres muy fuerte! ¡Casi tan fuerte como un chico! --Pero Ranko-chan (doble mueca dolorosa de Ranma), tu eres tan elegante y grácil... como una hermosa bailarina... --Ohjojojojojojojojojo.... Ranma y Akane parpadearon. Eso no podía sonar como ninguno de ellos... ¡Oh, no...! --¡Estás aquí, bruja malvada! ¿Qué has hecho con mi Ranma querido? Para sorpresa de Kodachi (¿Saben quién es ella, verdad?), Ranma se paró, se inclinó y dijo: --Lo siento, señor camarero, pero debo salir. Esta muchacha desea iniciar una pelea, y usted ha sido muy amable. Por eso no quiero dañar su establecimiento. Akane secundó la iniciativa de Ranma (por esta vez) --Sí. Desearíamos venir nuevamente. Gracias por su excelente servicio. Mientras las dos chicas salían, cerdo y arroz en mano, Ranma susurró: --¿Estuvo bien eso? --Sí, supongo. Nodoka-san te ha estado enseñando bastante bien, por lo que parece. --¡Espera! ¿Adonde vas? ¡Aún no te he azotado! --protestó Kodachi. Esto no estaba en el libreto. Ella intentaba que la bruja colorina confesara el paradero de su amado Ranma-sama, y la bruja no estaba jugando limpio. --Si quieres pelear, Kodachi-san, deberemos hacerlo afuera. Kodachi Kuno estaba... confusa. Tan confusa que se quedó de pie y congelada por un minuto entero, antes de gritar y salir azotando la puerta detrás de los dos muchachas (y un cerdo) que ya se perdían en la distancia. --¿La perdimos? --No. --¡Rayos! Supongo que tendré que pelear con ella. Odio pelear con chicas. --Pero ahora, tú eres una chica. --Hummm... Quizá tienes razón. Pero no quiero golpearla... --¿No puedes pensar en otra chica que quieras golpear más que a ella? --De hecho, se me ocurre una idea. --Es un día de milagros. --Ja, ja, ja. Que gracioso. Mientras Kodachi se aproximaba, Ranma se colocó en posición de combate. La minifalda, por su diseño, se juntó por debajo y el velcro de ambos lados se separó, dándole completa libertad de movimiento y revelando un poco más de sus piernas. (Cual era la razón por la que no se separaban mientras corría, sino sólo cuando luchaba, es un misterio del manga y el animé. No se preocupen demasiado acerca de eso, a menos que quieran ganarse un dolor de cabeza). Ahora, este escritor podría detallar minuciosamente la pelea. Podría, pero no lo va a hacer. Porque esta vez no fue una lucha (no exactamente), sino que ocurrió una cadena de eventos que es mejor describir como... bueno, realmente, como algo bastante normal para Nerima. Kodachi, decidida a empezar con una maniobra distractiva, lanzó cinta y enlazó a P-chan. Akane gritó de indignación. P-chan cuiqueo en una mezcla de molestia y espanto. Ranma repentinamente se encontró a sí misma en problemas. No podía poner en peligro a P-chan... Bueno, si podía, pero eso haría enloquecer a Akane... y habían estado llevándose tan bien esa tarde. Estudió sus opciones mientras cambiaba a una posición defensiva. Kodachi disparó su cinta/P-chan hacia Ranma. Ranma esquivó el golpe y P-chan regresó de vuelta a Kodachi como un yo-yo porcino. Akane tuvo la mala idea de acercarse, y obtuvo a cambio una cara llena de pétalos de rosa negra... que se pegaban. La ahora cegada Akane empezó a manotear, tratando de quitárselos. Shampoo apareció repentinamente en su infernal bicicleta, y vio a Ranma. No estaba segura por que Ranma había tomado el hábito de vestirse como una chica y serlo continuamente, pero había llegado a la conclusión que, para un nefasto fin, Akane había usado alguna extraña sustancia para controlar las mentes (eso era algo que Shampoo ya había hecho antes, después de todo), así que apuntó hacia Ranma gritando: --¡Airen! ¡Shampoo te salvará del embrujo de chica pervertida! --y se preparó para ejecutar su clásico ataque amazónico. Ranma empezó a sudar frío. Esta aparición era lo último que necesitaba. Shampoo echó su bicicleta hacia un lado, la que chocó con Kodachi, causando que ella fallara en su próximo ataque del cerdo, y se envolviera en su propia cinta. Akane continuaba tratando de sacarse los pétalos de rosa que la cegaban. El gran cuenco de arroz cocido al vapor y caldo que transportaba Shampoo en su bicicleta aterrizó justo encima de la cabeza de P-chan. Los resultados fueron... predecibles. Kodachi de pronto advirtió que la cinta repentinamente se había estrechado mucho más. Y que algo se apretaba contra ella. Ryoga de pronto advirtió que estaba apretándose contra una muy curvilínea chica en un ajustado leotardo, que no podía moverse, y que... estaba desnudo. Akane logró por fin sacarse los pétalos de encima... y se quedó mirando fijamente la visión absolutamente choqueante de un Ryoga completamente desnudo y pegado a una Kodachi completamente agitada Ranma seguía siendo correteada por Shampoo, sin advertir el bizarro escenario que se había revelado a su costado. Shampoo se detuvo repentinamente. Ranma, comprendiendo que Shampoo se había detenido, se volvió, y miró hacia el mismo sitio. Akane murmuró: --Ryoga, cómo has podido... Shampoo espetó: --¡Chico perdido está haciendo ahora cosas perdidas ahora! ¡Eso no está bien! Kodachi gruñó. --Tú... ¡campesino! ¡Cómo te atreves a abrazar a la Rosa Negra en semejante estado de... de... ! Akane berreó: --Yo siempre pensé que podía confiar en ti, Ryoga, pero esto... esto... Shampoo añadió: --¡Niño perdido realmente perdido, pero en algunos lugares no debería perderse! Kodachi jadeaba mientras Ryoga se retorcía tratando de liberarse... lo que, a la vista de testigos, parecía algo totalmente diferente. Akane gritó: --¡Ryoga! Eres... ¡¡¡Eres aún más pervertido que Ranma!!! Shampoo se adelantó, con su bonbori en las manos. --¡Alejen de mi a esta cucaracha! --gritó Kodachi. Ryoga empezó a tartamudear: --Pero... pero... no es lo que parece... yo no quería... quiero decir... yo... yo... Y, mientras las tres chicas empezaron a cumplir su honrosa misión de castigar a todos los malos chicos pervertidos, una cuarta se derrumbó al lado de un árbol, riendo a carcajadas. --Esto tiene que ser cosa tuya, de algún modo. Ranma colocó otra venda alrededor de Ryoga. --Ey, disculpa. Pero ahora tú tendrás alguna idea de la clase de cosas que me pasan a mí todo el tiempo. --Tú te lo mereces. Yo no. ¿Por que no intentaste explicarles que todo fue un accidente? --Bueno... eso habría significado explicar la verdad acerca de P-chan. Ahora, si no te preocupan las cosas que podrían pasar después de eso, yo pude... --¡No! Está bien. Quizá sólo esta vez no sea asunto tuyo. Pero podría haberlo sido. --Hombre. ¿Qué clase de idiota eres? --Ranma arrugó la nariz--. De cualquier forma, aún cuando Akane ya no piensa que fue asunto tuyo... aunque no tenga idea de cómo fuiste a parar a una situación así... ella, en este momento, no está precisamente contenta contigo. Te aconsejo que te tomes un breve tiempo e inicies un viaje de entrenamiento. --Odio cuando tienes razón. Pero todavía no confío en esta cosa de los "días de chica". Sigo pensando que traes algo oculto debajo. --Claro que sí. Un sostén y bragas, desde hace una semana. --Ja, que divertido. El Chico Eternamente Perdido cargó su mochila, e inició su viaje. Entonces se detuvo y añadió. --¿Esta clase de confusiones te ocurre realmente todos los días? --Naaaa. Solo cuatro o cinco días a la semana. --Nunca pensé que diría esto... pero hombre... er, chica... lo siento por ti. Y así, Ryoga Hibiki caminó hacia el ocaso... Lo cual era una lástima, puesto que pensaba dirigirse al norte.
|
Página WEB funcional en: Internet Explorer 4.x y 5.x, Netscape Navigator 3.x y 4.5, Opera 3.x y Linux KDE Se recomienda resolución 800 x 600 y profundidad de color de 16 bits Sitio proporcionado por Ohayo, Servicios Web para Otakus Ultima actualización: sábado 22 de enero de 2000 |
Días de chica |