Domando al caballo |
Los personajes y situaciones de Ranma 1/2 son copyright (c) Rumiko Takahashi. Derechos de publicación en Japón de Shogakukan Inc. Derechos de publicación en Estados Unidos de Viz Inc. Este trabajo no pretende infringir estos derechos.
Akane volvía a su casa desde la escuela, caminando sola por primera vez en semanas. Ranma había sido retenido por algún tonto plan preparado por el director Kuno y la señorita Hinako, y Akane, impaciente, había iniciado el camino de vuelta sin él. Observó el atardecer detrás de la cerca y trató de no pensar en el chico que no estaba allí. --Tendo Akane. Akane se volvió para encontrarse con Shampoo. La muchacha china colocó su caja de entregas en el suelo y avanzó hacia ella. --No hay nadie alrededor... ¿estás preparada para un pequeño desafío? Akane no lo estaba, pero no podía rehusarse. No podía recordar cuántas veces había reñido a Ranma por su misma reacción refleja de lanzar lejos su mochila, acomodar sus piernas y extender sus puños. --Cuando quieras. Shampoo sonrió levemente y se lanzó. Akane vio el borde de la mano abierta de Shampoo, la bloqueó y contraatacó, pero Shampoo ya estaba de nuevo en el aire y sus talones subían fuera del alcance de Akane. Se volvió y se agachó sabiendo que el próximo ataque vendría desde arriba, pero su brazo fue asido y retorcido. El mundo entero pareció dar vueltas. Akane resbaló y rodó a sus pies, escupiendo polvo. Shampoo estaba de pie fuera de su alcance, con una mirada divertida. --Estás fuera de práctica. Examinó las uñas de su mano y agregó. --Ranma necesita esposa fuerte. ¿Por qué no te rindes ahora, antes de que te hagas daño? --¿Por qué no te rindes tú? --replicó Akane sin contenerse--. De todos modos ¿por qué quieres tanto a Ranma? La mirada de Shampoo se tornó seria. --Conoces las leyes de las amazonas... ¿por qué no haces otra pregunta? Hizo una pausa y empezó a rodear a Akane. Akane se volvió para seguir enfrentándola. --¿Por qué no quererlo? Ranma es rápido, fuerte, bravo, inteligente... Oh si, puedes reír, pero él es inteligente. Con la mirada puesta sobre Akane continuó. --Ranma es hermoso. Ranma es el chico más hermoso que jamás haya visto. Verlo... Desearlo... --sus ojos se detuvieron en Akane-- Tenerlo... Sonrió ante la inarticulada respuesta de Akane y continuó su lenta ronda. --Podría ser servicial, pero si quisiera un esposo servicial, hay suficientes hombres así en mi pueblo. No quiero eso. Quiero a Ranma. Se detuvo de nuevo y ponderó a Akane pensativamente. --Te diré algo, libre de cargos, algo que deberías saber desde hace tiempo, pero sospecho que aún no sabes. Ranma no ha madurado en su cabeza tanto como su cuerpo. Todavía no le gustan realmente las chicas. Pero pronto... Muy pronto, el querrá una mujer. Shampoo puede esperar. Ofreció una perversa sonrisa a Akane y dibujó su silueta con sus manos. --Entonces Ranma no podrá resistirse a este cuerpo, ¿eh? Akane estaba sombríamente consciente del rechinar que producían sus dientes. Su aura estalló fuera de ella mientras cargaba ciegamente contra Shampoo. --¡Kyaaaaa! Shampoo no brincó en el aire esta vez. Esquivó la salvaje arremetida de Akane en el aire y golpeó. Los puños y pies impactaron su cuerpo con fuerza asombrosa, y Akane comprendió demasiado tarde que había permitido que Shampoo la atacase en contra del crepúsculo, y que las mofas de Shampoo la habían puesto demasiado enfadada para ver, demasiado enfadada para golpear... demasiado enfadada para vencer. Se revolvió instintivamente, lanzó un puñetazo hacia algo, y se esforzó en recobrarse lo suficiente para reconstruir su estrategia de defensa. Shampoo no se lo permitió. Las yemas de sus dedos golpearon su cabeza con llamaradas de dolor. Shampoo era demasiado rápida, demasiado fuerte, demasiado experimentada como para poder darle un golpe... demasiado hermosa, demasiado atractiva, demasiado seductora. Ella nunca podría derrotar a Shampoo. No en una pelea, no en el corazón de un chico. Nunca, nunca, nunca... Justo antes de desmayarse, sintió una súbita ola de intenso frio, un gran peso y la sensación de estar cayendo. "Que gracioso. No me sentí así la última vez que morí..." --¿Akane? ¿Estás bien? Akane pensó sobre eso. --Creo que sí. Auch. Siento como si una estampida de elefantes chinos hubiera pasado encima mío, creo. Kasumi sonrió aliviada y acomodó la bolsa de hielo sobre la cabeza de Akane. --¿Recuerdas lo que ocurrió? Akane se dio cuenta de pronto de las muchas bolsas de hielo colocadas estratégicamente alrededor de su cuerpo. --Um... Creo que sí... "Recuerdo haber sido bastante estúpida. Por favor, por favor, que esa parte sea control mental chino..." --...la última parte es un poco confusa, sin embargo. ¿Cómo volví a casa? --Oh... De la forma que puedes suponer. --Ranma --resopló Akane disgustada-- ¡Ip! --Oh, querida, ya había echado de menos esa reacción... Sí, Ranma-kun vino hace un par de horas, saltando sobre el muro y trayéndote en sus brazos, pidiendo ayuda... Kasumi se sentó a los pies de la cama y se abanicó con un folleto. --Por Dios, las cosas se pusieron bastante tensas por unos minutos, hasta que nos dimos cuenta de que sólo tenías unos cuantos moretones y raspaduras. --¿Sólo eso? --Oh, sí. Ningún hueso roto, ni cortes profundos, ni... --Kasumi hizo una pausa para observar dudosa a su hermana-- ...ninguna contusión, aparentemente. Shampoo debe haber sido bastante cuidadosa. --¿Cuidadosa? ¿Por qué ella tendría que haber sido cuidadosa? ¡Auch! ¡Ella trató de matarme! --Tranquila, tranquila, no te excites --Kasumi recogió y reubicó una de las bolsas de hielo--. No, no creo eso. Si ella hubiera querido hacer eso, tendrías heridas más graves, y diferentes. La razón de eso... bueno, quizás ella recuerde lo que le ocurrió a Safrón. El pensamiento le dio un escalofrío a Akane. "Safrón. Ranma podría haber muerto por mi. Ranma podría haber matado por mí. Si él pensara que yo estaba muerta, habría hecho algo... Shampoo estuvo allí, ella debe saberlo." La noción de que Shampoo había sido cuidadosa con ella, por temor de lo que Ranma podría hacer en su contra, sólo la hizo sentir peor. --¡Listo! He terminado. Kasumi cerró el botiquín de primeros auxilios, se puso de pie y se volvió para irse. --¿Kasumi? ¿Dónde está él? Kasumi se volvió, sonrió, y apuntó hacia arriba. --¿Dónde más? Se cansó de ser reprendido por nuestro padre y el tío Saotome hace una hora y desde entonces ha estado allí. Debe estar enfurruñado porque no le permití quedarse aquí mientras te desvestía para poder curar tus heridas. Incluso ofreció convertirse en chica, pero pensé que tú no aprobarías eso. --Típico de ese pervertid... --empezó a decir Akane, pero entonces el "consejo libre de cargo" de Shampoo resurgió a la luz. "A Ranma todavía no le gustan realmente las chicas..." --¿Puedes pedirle que venga, por favor? --Por supuesto. Kasumi se acercó a la ventana y la deslizó para abrirla. --Oh, ¡Ranma-kun! ¡Puedes entrar ahora! Retrocedió para evitar el acostumbrado vuelo de Ranma desde el alero hacia la ventana. Sus ojos escrutaron rápidamente la figura de Akane cubierta por las sábanas, examinaron su rostro, giraron para verificar la tranquila expresión de Kasumi, y regresaron a su rostro. Contuvo la respiración y se relajó. --Será mejor que los deje solos --dijo Kasumi, tomando nuevamente el kit de primeros auxilios. Ranma esperó que la puerta se cerrase detrás de Kasumi antes de hablar. --¿Estás bien? ¿Esta vez me recuerdas? --Por supuesto, tonto. Ranma se relajó un poco más. --¿Qué diablos ocurrió? --su voz era desafiante. --Shampoo y yo tuvimos un pequeño encuentro. Yo, um, perdí. --¡Por supuesto que perdiste! ¡Boba! ¡Shampoo es mejor que tú! En tu mejor día... --Lo sé --su voz llana no era lo que Ranma estaba esperando, porque lo cortó en medio de su perorata--. Ella me lo dijo de varias maneras distintas, y tenía razón. Ranma empezó a parecer preocupado de nuevo. --¿Estás segura que estás bien? --Estaré bien en un par de días. Se volvió para no verlo. --Sólo márchate. Ella escuchó su suspiró. La ventana se deslizó cerrándose. La luz se apagó. La puerta se abrió y se cerró silenciosamente. Como de costumbre, ella no pudo escuchar sus pasos. Como de costumbre, él no pudo escuchar su llanto. Akane no fue a la escuela con Ranma el día siguiente. --¡Saotome, malvado villano! ¿!Qué nefasto sortilegio has usado para secuestrar a la hermosa Tendo Akane!? --Oh, cállate de una vez, Kuno. Ranma se descolgó del alero, fuera de la ventana de Akane y se asomó. Pudo ver el bulto de Akane en la cama, pero ella no se movió cuando golpeteó el vidrio. Frunció el ceño y se dejó caer a tierra. Entró. --Hola, Kasumi. Kasumi se volvió. --¡Oh, Ranma-kun! No te esperaba hasta la tarde. Ranma entrecruzó sus pies. --Bueno, nos dan una hora para almorzar, y sólo demora unos minutos llegar hasta acá. ",,,si corres como el viento", pensó Kasumi. --Estoy segura de que Akane se alegrará de verte --dijo. --Yo, um, llamé a su ventana, pero parece que esta durmiendo o algo así --Ranma se estremeció y agregó, bruscamente-- ¿Estás segura que ella está bien? No suele comportarse así. La sonrisa de Kasumi pareció marchitarse. --Sus moretones y raspaduras están sanando bien --dijo--. Pero no parece la misma de siempre. Se ve inusualmente deprimida. El puño de Ranma golpeó su palma. --Lo sabía --siseó Ranma--. Shampoo le hizo algo a su cabeza de nuevo. Miró a Kasumi inquisitivamente. --¿Notaste algún aroma a hierbas en su cabeza? --Kasumi denegó con su cabeza--. ¿Pequeños moretones alrededor de su cabeza o su cuello? Los ojos de Kasumi se ensancharon. --¡Oh! Ahora que lo mencionas... --¡Maldición! --Ranma dio una pequeña vuelta en circulo y se detuvo--. Desearía que el doctor Tofú aún estuviera aquí. --Yo también --dijo Kasumi. Sus ojos se encontraron y miraron al suelo. Ranma se golpeó en la frente. --Ehhh, no quise decir... --Lo sé --dijo Kasumi, y suspiró-- ¿Y qué haremos con Akane? --No lo sé --Ranma se veía aproblemado--. No es habitual de ella rendirse así, creo. Anoche no me confrontó como lo hace siempre. --Hmmm. Ella no estaba tan mal anoche, antes de hablar contigo... --Kasumi se detuvo y miró a Ranma--. ¿Qué le dijiste, Ranma-kun? Ranma palideció. "¡Por supuesto que perdiste! ¡Boba! ¡Shampoo es mejor que tú!" --Uh... Kasumi leyó su expresión, puso su mano sobre sus ojos y agitó su cabeza. --Oh, Ranma. No habrás... --Yo... yo estaba angustiado --murmuró Ranma--. No quise decir que... --Bueno, Akane no es la chica más segura del mundo, lo sabes, Ranma-kun --la mirada de Kasumi se mantuvo fija en la suya. --Supongo --dijo Ranma inquieto--. ¿Alguna idea? --Bueno, dado que lo mencionas, hay algo que debes hacer. Ella realmente se preocupa de lo que tú pienses de ella. Debes ayudarla a sentirse mejor con ella misma. Sólo se más cortés con ella. Ranma pareció horrorizado. --Eh. Soy un artista marcial, no un arrastrado --dijo defensivamente. Se encogió ante el diminuto fruncimiento de Kasumi. --¡Ey! ¡Cuando he intentado hacer eso, ella siempre cree que hay algo! ¡Nunca consigo que ella piense bien de mi! Kasumi cedió. --Correcto, Ranma-kun. Trataré de consolarla, por supuesto. Pero sabes que significará más si ese consuelo viniera de ti ¿o no? Ranma asintió rápidamente. --Iré al Nekohanten después de la escuela y veré que puedo obtener de Shampoo. --Bien. Te esperará esta tarde, entonces. Ranma esbozó un saludo y salió apresuradamente. "Rayos. Odio cuando Kasumi se pone así." --¡Eh, Mousse! --Saotome --dijo Mousse, enfrentando a una maceta con expresión de disgusto--. ¿Acaso los cuencos de ramen que Shampoo te lleva no son suficientes para satisfacer tu apetito? ¿Debes emponzoñar mi existencia viniendo aquí por más? ¡Arg! ¡Fuera de aquí! --Relájate, cara de pato --replicó Ranma encaramándose a la cabeza de Mousse--. Vine a ver a Shampoo o Cologne. No hay nada que puedas hacer por mi. --¡Maldito seas! ¿¡Por qué no sólo te casas con Akane y sales de mi vida?! Mousse extrajo una cadena de su manga y la lanzó en dirección a Ranma, justo cuando Ranma brincaba fuera de su cabeza... --Estás diciendo tonterías, Mousse. Airen no se casará con Akane. ¡Airen se casará con Shampoo! Shampoo salió de la cocina portando tres cuencos humeantes, los colocó ante sus clientes, y se volvió para sonreír alegremente a Ranma. Ranma pareció incómodo y cambió de tema. --¿Qué le hiciste a Akane? Los ojos de Shampoo brillaron. --Olvida a esa chica. Estás en mi sitio ahora, y debes pensar en mi... Saltó al lado de Ranma y dio un giro. --¿Te gusta mi vestido nuevo? "A los clientes les encanta. Ellos vienen aquí más que nada a echar un vistazo... ¿Cuándo lo harás tú?" Ranma cuidadosamente alejó su mirada del espectacular escote de Shampoo e insistió. --¡Quiero saber qué le hiciste a Akane! Shampoo suspiró y sacudió su cabeza. --Bien. Hablaremos. Pero no aquí. Vamos a la cocina. Tomó su brazo y lo condujo a la puerta, pegajosamente cerca. "Aún cuando él no quiera mi cuerpo, aún puedo disfrutar del suyo..." --Hola yerno --dijo Cologne desde su bastón atendiendo las cacerolas -- ¿Hambriento? De hecho, las aromas del Nekohanten estaban haciendo a Ranma salivar desde antes que entrara, pero la pregunta le hizo enfadarse. --¡No! ¡No quiero su ramen! ¡Y tampoco quiero a su bisnieta! Shampoo rápidamente lo golpeó con un cucharón en su cabeza. ¡Clong! --¡Entras, exiges, insultas! ¡Tonto! ¡Clong! --¡Ga! -- Ranma resintió los golpes y enfrentó a Shampoo -- ¡Córtala con eso! --Así que, si no es por comida o por Shampoo, debe ser por la sabiduría de la anciana amazona. Esas son las únicas cosas por las que ustedes, chicos, vienen por aquí. --cacareó Cologne-- ¡Cuéntame ese antiguo secreto, Cologne! ¡Enséñame esa técnica de lucha, Cologne! ¡Dame el antídoto, Cologne! ¡Jajajá! Sonrió alegremente y con destreza sirvió varios cuencos con tallarines. Sus manos parecieron un borrón mientras los platos ocupaban su lugar. --¡Mousse! ¡Nueva orden! --llamó por encima del mostrador--. Sé útil, chico, y hazlo rápido. Cologne se volvió a Ranma. --¿Qué es lo que quieres? Ranma rechinó sus dientes. --Shampoo atacó a Akane. --¿Y? --dijo Cologne encogiéndose de hombros y mirando a Shampoo. --Estaba aburrida --explicó Shampoo--. Mucho tiempo sin ninguna lucha, faltaba entrenar. Encontré a Akane. La desafié. Nada de beso-de-la-muerte. Sólo una pequeña pelea. --La que ganaste, por cierto --completó Cologne. Observó a Ranma --. No veo dónde está el problema. --¡Ella no debió hacerlo! ¡Akane podría haber resultado herida! Shampoo frunció el ceño. --Ranma, ¡deja de pensar que esa chica se romperá como un plato! Estrelló un plato contra su cabeza para ilustrar su punto, ignoró su quejido, y continuó. --Akane dice todo el tiempo que es una artista marcial, así que la traté como una artista marcial. La respeto. Ella sí es una chica fuerte... ¿Lo ves? Shampoo recogió su vestido para mostrar un fino moretón en su muslo. Ranma estaba demasiado enfadado para ser distraído por la vista. --¡Hiciste algo con su cabeza! ¡Ahora está completamente deprimida y sólo quiero saber que clase de punto de presión chino puede haberla dejado así! Shampoo volvió su vestido a su lugar y se levantó. --No puse nada en la cabeza de Akane que no estuviese ya ahí. Ella está bien. Sólo que ahora sabe cuál es su lugar. Ranma se volvió a Cologne. --¿Hay algún punto de presión que haga que la gente se deprima? Cologne ofreció su mejor mirada inescrutable. --Pudiera ser... --sus ojos centellearon repentinamente--¿Es una respuesta suficiente para ti, yerno? --Viejo murciélago --gruñó Ranma mientras salía. Cologne sonrió a Shampoo. --Te dije que él se daría cuenta. Shampoo pareció angustiada. El primer pensamiento de Ranma cuando entró a la habitación principal de los Tendo fue que Akane había sido reemplazada por Gosunkugi pretendiendo ser ella. --Rayos, Akane, parece que te hubieran pateado --dijo, sentándose en la mesa enfrente de ella. Tomó una galleta del cuenco que Kasumi ofrecía. --Gracias, Kasumi. Los ojos de Akane se dejaron caer. --Muchas gracias --hizo una pausa--. Escuché que ibas al Nekohanten. --¿Hm? Oh, sí --dijo Ranma desinteresadamente. --Deberías haberte quedado allá. La comida es mejor, y estoy segura que también la compañía. La voz de Akane no dejaba traslucir ningún enfado en absoluto. --Akane... Sí Ranma-kun quisiera estar en el Nekohanten, estoy segura de que lo haría --dijo Kasumi tiernamente--. Pero él, en cambio, está aquí. ¿Eso no te dice algo? --Supongo... --dijo Akane, mirando su regazo. Ranma no pudo resistirlo más. --¡Maldición Akane! ¡Saca eso de ti! --dijo enérgicamente-- ¡Esta no eres tú! ¡Shampoo uso un punto de presión para poder derrotarte en tu propia cabeza! La cabeza de Akane se alzó con lentitud. --¿Ella dijo eso? --No exactamente --continuó Ranma--. Ella dijo que no, pero sé que sí lo hizo. --Oh. La cabeza de Akane se agachó de nuevo. --Bueno, en realidad no tiene mayor importancia. Shampoo es mejor que yo, de todas maneras. --¡Maldición, Akane! Ranma empezó a acercarse a ella, se detuvo, hizo un gesto desválido y miró a Kasumi. Kasumi se veía desilusionada. --Dime Kasumi, la última vez que me dio un palmetazo cuando la insul... eh... hice un comentario sobre ella. Supones... Kasumi agitó su cabeza. --No, estoy segura que eso no sería apropiado esta vez... aunque... ¿Te molestaría quedarte a cenar? --¿Uh? Uh, sí... Quiero decir no... Quiero decir, seguro, me quedaré. --Oh, bien. Llamaré a casa de tu madre y le avisaré. Kasumi se levantó y dejo la habitación. Ranma contempló a Akane, tragó saliva y tomo su mano. Akane la miró. Su mirada recorrió el brazo de Ranma hasta sus ojos. El tomó su antebrazo y se palmoteó en la mejilla con su mano. Akane se soltó de su brazo y se quedó mirándolo. --¿Por qué hiciste eso? --Maldición. Prefiero que me golpees a que estés sentada ahí autocompadeciéndote --dijo Ranma--. Puedes golpearme más, si quieres... Akane agitó su cabeza, pero parecía un poco menos deprimida. Ranma frunció el ceño con impaciencia. --Escucha, Akane, sólo porque Shampoo haya ganado una vez no significa que debas renunciar. Tú no eres una perdedora. Puedes derrotar a Shampoo si entrenas lo suficiente. Además --continuó--, ella hizo trampa. Ese asunto del control mental es simplemente un truco sucio. --Pero tú siempre haces trucos para ganar, Ranma --replicó Akane. --¡Yo no hago trampa! ¡Sólo peleo mientras mi rival pierde fuerza y hace resaltar sus puntos débiles! ¡Eso no es hacer trampa, es sólo tener buen sentido! Akane asintió con la cabeza. --Bueno, supongo que Shampoo encontró mi punto débil --dijo, tocando su sien. Ranma resopló. --Sí. Si crees que eres débil en la cabeza, bien. Por un momento, pareció que Akane iba a golpearlo, pero no lo hizo... así que él agarró nuevamente su brazo y se golpeó en la mejilla con él. Akane se quedó mirándolo, y soltó una risita. Ranma sonrió aliviado. Akane empezó a reír... y, de pronto, cayó sobre él, agarró las mangas de su camisa y empezó a llorar. Ranma se quedó helado. Kasumi regresó y se detuvo. Ranma la miró desesperadamente, pero Kasumi sólo sonrió, movió su cabeza y se retiró silenciosamente. "Maldición... ¿Qué diablos se supone que tengo que hacer ahora?" Soun y Genma se asomaron al pórtico y se detuvieron. En un instante la cabeza de demonio de Soun estalló sobre él. --¡Ranma-kun! --siseó-- ¿!!Qué has hecho ahora para hacer que mi chiquilla esté llorando!!? Ranma se retorció, pero Akane estaba firmemente abrazada a él. --¡Nada! ¡No es mi culpa! Sus ojos giraron buscando una salida. Kasumi regresó, estudió la situación, extrajo algo del bolsillo de su delantal y pinchó la cabeza de demonio de Soun. ¡POP! Soun se veía desconcertado. Kasumi devolvió el objeto a su bolsillo. --Ahora, padre, sé cortés --le amonestó--. Esta vez no es culpa de Ranma-kun. Los llamaré cuando la cena esté lista. Y sin decir palabra, deslizó las puertas de la entrada, dejando afuera a los sorprendidos padres, y se sentó enfrente de Ranma y Akane. --Con honestidad, a veces esos dos simplemente... Se dio cuenta que Ranma y Akane la miraban fijamente. --Oh, Dios mío. ¿Están mejor? Ella sonreía. Akane y Ranma decidieron independiente y simultáneamente no seguir presionando el punto. Entonces Ranma advirtió que Akane había dejado de llorar. --Eh, ¿te sientes mejor? --preguntó cautelosamente. Akane notó que estaba agarrando la camisa de Ranma, se sonrojó y, apresuradamente, regresó a su lado de la mesa. --Supongo que sí, un poco --admitió sorprendida--. Aunque no mucho. Ranma asintió, desilusionado. --Bueno, estoy seguro que cualquiera que sea el punto de presión que usó Shampoo, tenemos la cura en nuestras manos --dijo--. Entendí eso en el Nekohanten. Ellos te quieren así --. Apretó su puño--. Bueno, sólo tienes que luchar contra eso. Akane asintió. --Lo intentaré. Ranma extendió su mano vacilante y le dio unos golpecitos en el hombro. --Esa es mi Akane. Akane y Kasumi lo observaron asombradas y retrocedieron instintivamente. --No es que quiera decir... --se detuvo justo a tiempo--. ¡Oh, diablos! --miró a un punto lejano--. La cosa es, no sé qué vamos a hacer con tu problema. Sólo sé que si algo me golpea, debo entrenar un poco más duro, o ser un poco más serio, o probar una nueva estrategia, o ir y devolver el golpe. Nunca dejo que me derroten --agregó apresuradamente. --Por supuesto que no --concordaron Akane y Kasumi al unísono. --Sí... pero... --miró fijamente los ojos de Akane--. Sólo recuerda, cuando te sientas derrotada, que no eres tú, es el enemigo que tienes en tu cabeza. Créeme, aunque no seas capaz de creerte a ti misma. Akane asintió y sonrió levemente. --Esta bien. Gracias, Ranma. --Y Nabiki y yo podemos planear algo para mañana que puede ser también de ayuda, ya que es domingo --dijo Kasumi levantándose. Abrió las puertas, revelando a Genma y Soun espiando desde fuera. --Ahora deben dejarlos solos --le dijo a los dos hombres en un tono que cualquiera que no hubiera conocido a Kasumi habría considerado como dulce y gentil--. Iré a terminar la cena. Ranma llegó a la entrada de los Tendo vestido en su mejor tenida. Todavía podía oír la voz de su madre. --Kasumi llamó y me pidió que estuviera segura de que estuvieras limpio, aseado, masculino y bien vestido, y que te enviara a su casa al mediodía. Dijo que era parte de la cura de confianza de Akane, sea lo sea que signifique eso. ¿Cooperarás, Ranma? Ranma tragó saliva con nerviosismo. "Claro que voy a cooperar. Entre Kasumi y mamá...". Entró y se acercó a la puerta de enfrente. Esta se abrió mientras se aproximaba, poniéndolo aún más nervioso. Kasumi estaba allí. Ella lo inspeccionó cuidadosamente, y asintió con la cabeza. --Todo parece correcto --le dijo Kasumi a Ranma mientras subían la escalera. Se detuvieron fuera de la habitación de Akane. --Recuerda, Ranma-kun, que esto es muy importante. Debes ser cortés con Akane. Esperó por su asentimiento, entonces le indicó la puerta y se retiró por el vestíbulo. Ranma tragó saliva y golpeó a la puerta. Esta se abrió ante su golpe. Akane estaba de pie allí. Llevaba un nuevo vestido, uno muy atractivo de tela azul y verde claro que se ajustaba a su torso, pero se desplegaba libremente en sus caderas hasta sus rodillas. Su peinado estaba realizado con gran cuidado. Su maquillaje era invisible. Ranma sólo supo que estaba allí porque ella se veía más como Akane de lo que usualmente se veía. Incluso... "¿Perfume? Ella huele justo como antes... antes de la boda". Ella lo observó anhelante y sonrió. Su cerebro se congeló, su mandíbula cayó ligeramente y sus mejillas se enrojecieron. Akane leyó su reacción. Se enderezó ligeramente, su barbilla se alzó y sus ojos se iluminaron. --¿Cómo me veo? --preguntó suavemente. Ranma empezó. --Uh, te ves, uh, bonita. Trató de apartar sus ojos, pero no pudo. Akane notó eso también, y se sonrojó. Ella bajó su mirada. --¿Más bonita que Shampoo? Ranma advirtió que Kasumi había regresado y que estaba detrás de él. No se atrevió a volverse. --Uh, seguro, sí. La sensación de desastre inminente cesó. Akane levantó de nuevo la vista con una sonrisa diferente. --Bueno. Porque vamos a ir a almorzar al Nekohanten. La mandíbula de Ranma esta vez cayó de verdad. --¡¿QUE?! ¡¿Te volviste loca?! --Piensa un poco sobre eso, Ranma-kun --escuchó que Kasumi decía detrás de él. Akane avanzó hacia él. --Dijiste que tratara esto como una batalla. Bien. Estoy cambiando las reglas. Vamos a pelear ahora en mis términos. Iremos allá y, si eres cortés conmigo, yo gano, y, si eres cortés con ella... ella gana. ¿Has comprendido? Kasumi y Nabiki irán con nosotros para asegurarse de que la batalla se mantenga en mis términos. Ranma estaba petrificado ante la determinación de Akane. "Su fuego está ardiendo de nuevo... Dios, ella es más que bonita. Ella es... magnífica. Desearía poder decírselo." Akane extendió su mano, y cerró su boca. Su mano se quedó un momento sosteniendo su barbilla y luego la soltó. --¿Y bien? No puedo obligarte a venir, pero... ¿no quieres que gane? Ranma se sacudió. --Sí "Aunque creo que ya has ganado. Desearía poder decirte eso también, pero pienso que no me lo creerías." Mousse estaba cerca de la puerta cuando Ranma y Akane entraron al Nekohanten, seguidos de cerca por Nabiki y Kasumi. Bajó sus lentes de su frente y contempló a Akane de arriba abajo. Akane se sonrojó. Mousse sonrió levemente. --¿Mesa para cuatro? --dijo. Miro a Ranma y bajó su voz. --Eres un tipo afortunado, Saotome. Sé honorable y haz lo correcto... para variar un poco. Ranma miró con ferocidad a Mousse, pero Akane lo remolcó de su codo para que siguiera moviéndose. Todavía sostenía su brazo cuando se escuchó una caída desde la cocina. Miró en la dirección y se encontró a Shampoo, de pie sobre un desastre de cuencos rotos y tallarines desparramados, con la mirada clavada en Akane. "Rayos. Casi puedo ver los relámpagos de sus ojos.", pensó Ranma. "Perfecto". Akane sonrió severamente a su rival. "Mira, Shampoo. El es mío. Atragántate con eso." Entonces el campo de visión fue interrumpido por Mousse, que los guió a su mesa. Mousse extrajó vasos de agua desde su manga y los colocó en la mesa. --¿Están listos para ordenar? Ya habían conversado sobre el menú en el camino. --Cuatro especiales, por favor --dijo Nabiki. Mousse hizo una reverencia y se alejó. Ranma cuidadosamente alejó un poco de sí su vaso de agua, y las hermanas Tendo intercambiaron sonrisas divertidas. Shampoo llegó con el ramen, colocando cuatro cuencos humeantes con su gracia usual, excepto el de Akane, que salpicó un poco. Shampoo ignoró a Akane y frotó su cadera contra el hombro de Ranma. --¿Por qué estás con esa chica fea, airen? ¿Por qué no mejor sales en una cita con Shampoo? --¡Estas equivocada! --protestó Ranma--. ¡Esto no es una cita, no con Kasumi y Nabiki acompañándonos! --¡Bien! --ronroneó Shampoo--. Vendrás conmigo entonces. Te mostraré algo mucho mejor --agregó tomándolo del brazo. Ranma advirtió la mirada expectante de Kasumi, la mirada disgustada de Nabiki y la mirada desalentada de Akane, y recordó: "si eres cortés conmigo, yo gano, y, si eres cortés con ella... ella gana... ¿no quieres que gane?". Eso era suficiente. --Suéltame, Shampoo. Vine aquí con Akane, y me iré con Akane. Akane abrió la boca satisfecha. Los ojos de Shampoo se estrecharon. Su mano dio un golpecito al vaso de agua de Ranma. ¡Splash! --¿Por qué diablos hiciste eso? --chilló Ranma. --¡Ja! ¡Ahora no disfrutarás tanto tu cita! ¿eh? --Shampoo se volvió para regresar a la cocina. ¡Splash! --¡Miaaau! Shampoo se arrastró fuera de su vestido y se sacudió el agua de sus patas. Akane dejó el vaso de agua vacío sobre su mesa con expresión satisfecha. Entonces pestañeó. Ranma estaba encaramada encima del respaldo de su silla, aterrada. --¡Ga-ga-gato! --tartamudeó. Shampoo ondeaba su empapada cola y se preparaba para saltar al asiento de la silla de Ranma. --Oh, ¡Ranma, lo siento! ¡Lo olvidé! Akane saltó por encima y, cuidadosamente, envió a Shampoo de un puntapié a la cocina. Algunos de los clientes aplaudieron. Akane les hizo una reverencia, y se sentó. Ranma se dejó caer en su propia silla, pareciendo aún asustada. Su ropa de salida ahora estaba húmeda y suelta. --Diablos --comentó Ranma, y se detuvo. Su ramen había sobrevivido indemne al encuentro. Empezó a comer su almuerzo. Akane llamó nuevamente a Mousse. --¿Por favor, podrías traernos un poco de agua caliente? Mousse observó cautelosamente en dirección de la cocina. --Lamento decir que en estos momentos no estoy en situación de proporcionar agua caliente --dijo, pareciendo lamentarlo verdaderamente. Akane asintió. "Por supuesto que no va a confrontar directamente a Shampoo." --Está bien, Mousse. Entiendo. Mousse se agachó, suspiró algo al oído de Akane, y se alejó. Akane se ruborizó. --¿Qué? --preguntó Ranma sospechosamente. --Oh, nada --dijo Akane sonriendo--. Te lo diré más tarde. Kasumi y Nabiki empezaron a comer. --Bueno --proclamó Nabiki--. Y además, gratis. Los demás se la quedaron mirando. --Bueno, si ellos creen que vamos a pagar por esto después de ese espectáculo... --Disculpa por el desastre --dijo Ranma a Akane en el camino a casa. Ranma aún estaba húmeda y femenina. Kasumi y Nabiki iban bastante detrás. --Esta bien --dijo Akane--. Obtuve lo que buscaba. Ranma la miró de soslayo. Akane se veía feliz. --Entonces, ¿te diste cuenta que ganaste? --Oh, sí. Entre dejar caer los cuencos, recurrir a trucos sucios, y ser pateada a la cocina, podría decir que la derroté por puntos. Pero decirle que te soltara fue el remache. Gracias, Ranma. Podría haber perdido el control si te hubieras ido con ella. --Auch. De todos modos no podría haber hecho eso --dijo Ranma incómodo. Akane lo estudió. --Sí, podrías haberlo hecho. Y tenía un poco de miedo de que lo hicieras. Pero no lo hiciste y eso me alegra. "Y espero que te des cuenta por qué". --Pero... ¿qué fue lo que te dijo Mousse? --preguntó Ranma intentando cambiar de tema. Akane se rió. --Dijo "Buena cacería". --Estúpida Akane --murmuró Shampoo, en el segundo piso del Nekohanten, mientras se vestía después de su tratamiento de agua caliente. Cologne cacareó. --Te advertí que tu plan podía ser contraatacado. La chica Tendo tiene sus garfios puestos sobre el yerno ahora, y él no parece estar incómodo con eso. Ella es más fuerte lo que has creído. Quizá podría adoptarla. Shampoo se detuvo. --¡Bisabuela! ¡No lo harías! Cologne reasumió su mirada de sabiduría antigua. --Chiquilla, tú sabes muy bien que mi presencia aquí no es para garantizar tu éxito. --resopló en su pipa--. Si así fuera, esto habría terminado hace mucho tiempo. --El es mío --dijo Shampoo obstinadamente--. Aún puedo ganarlo. --Quizá sí, quizá no. De todas maneras es un buen entrenamiento --dijo Cologne con suavidad--. Pero no hagas ninguna tontería. Y trata de disfrutar de la vida mientras tanto. Como yo.
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Domando al caballo |